MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El presidente de Airbus en España, Alberto Gutiérrez, ha señalado este jueves que las negociaciones con el comité de empresa de la planta de Puerto Real (Cádiz) están “desafortunadamente estancadas y bloqueadas”, por lo que ha indicado que, “si no hay un acuerdo antes del final de junio”, la compañía “se verá obligada a tomar una decisión” que tendrá “mayor impacto social que la propuesta que tenemos delante”.
Gutiérrez se ha referido a la propuesta que las federaciones de industria de CC.OO. y UGT, con la mediación del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, presentaron a la empresa el pasado mes de mayo y que fue evaluada “de manera positiva y constructiva” por la compañía.
El directivo ha añadido que esta oferta es “una alternativa socialmente responsable” que, “a pesar de ofrecer menores ventajas económicas para la compañía”, pone “las bases de un futuro industrial consolidado”. La propuesta, entre otras medidas, recoge la creación de un centro aeronáutico industrial 4.0 en la Bahía de Cádiz bajo el liderazgo del Gobierno español.
No obstante, Gutiérrez ha lamentado que las negociaciones se estén estancando y ha pedido “encarecidamente” a la parte social que se llegue a un acuerdo que proteja el empelo en Cádiz. En ese sentido, ha resaltado que el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) tiene validez hasta final de junio y ha añadido que habrá que “actuar si no hay acuerdo”.
El presidente de Airbus ha vuelto a explicar que la planta de Puerto Real se vio “seriamente afectada” por el fin de la producción del Airbus 380, lo que generó una “situación grave de falta de trabajo en la zona” y falta de “competitividad debido a los elevados costes estructurales generados por el tamaños de las instalaciones”.
Asimismo, con la pandemia, que ha supuesto “la mayor crisis en la historia de Airbus”, la compañía se vio “obligada” a reducir la cadencia de producción hasta el 40%, sobre todo en aviones de largo recorrido, que representan la mayor parte de la operación en Puerto Real. Así, ha resaltado que la planta sufrió una caída del 50% en la carga de trabajo, por lo que se convirtió en una planta “infrautilizada e inviable”.
En el caso de no alcanzar acuerdo en los próximos días, Gutiérrez ha señalado que “no quedará más remedio que buscar una solución alternativa” que proteja “la carga de trabajo en España y los intereses globales de la compañía”. Antes de la propuesta de los sindicatos, la compañía barajaba otras opciones como la venta o cierre de estas instalaciones y el traslado de la carga de trabajo a otros centros productivos.