BRUSELAS, 29 (EUROPA PRESS)
La Agencia Europea para la Cooperación de los Reguladores Energéticos (ACER) ha defendido este viernes mantener el actual diseño del mercado mayorista de la electricidad en la UE y alerta de los efectos no deseados de aplicar medidas intervencionistas, como poner un tope a los precios.
La entidad ha publicado su informe definitivo sobre la Evaluación final del diseño del mercado mayorista de electricidad de la UE, en el que señala que el actual diseño del mercado mayorista de la electricidad contribuye a mantener la “eficiencia” y la “seguridad” del suministro de electricidad y, por tanto, ha abogado por mantenerlo.
El informe encargado por la Comisión Europea sobre el funcionamiento de los mercados energéticos de la UE sostiene que si bien las circunstancias actuales que afectan al funcionamiento del mercado energético están “lejos de ser normales”, por lo que ha juzgado que el diseño del mercado energético no es responsable de la crisis actual.
“Por el contrario, las reglas del mercado vigentes han ayudado en cierta medida a mitigar la crisis actual, evitando cortes de electricidad o incluso apagones en ciertos barrios”, señala ACER en su análisis, en el que agrega que el mercado eléctrico no ha sido diseñado para la situación de “emergencia” actual.
En un paso más, el informe solicitado por Bruselas advierte de que las medidas de emergencia “mal diseñadas” o “las señales de precios distorsionadas” por la intervención en la formación de precios del mercado “podrían hacer retroceder la integración del mercado eléctrico en la UE y la competencia”, un cómputo que podría poner en riesgo los beneficios alcanzados hasta la fecha y aumentar el coste de la transición energética.
Concretamente, sobre medidas intervencionistas como gravar los beneficios extraordinarias estableciendo un límite de precio en los mercado de la electricidad, ACER advierte ya no sólo de que podrían distorsionar el mercado, especialmente a medio y largo plazo, sino que podría desalentar la inversión del sector privado, influir en las percepciones de riesgo y propiciar la escasez de suministro.
“Cuando los precios mayoristas de la electricidad son regulados, por ejemplo mediante la introducción de topes de precios, pueden surgir efectos no deseados, como problemas para asegurar el suministro”, detalla el informe definitivo de Acer.
El organismo europeo regulador del mercado energético ha estimado que los beneficios para los consumidores derivados de la integración del mercado eléctrico a nivel europeo rondan los 34.000 millones de euros anuales, derivados del comercio transfronterizo entre Estados miembro, que además facilita la integración de renovables
Además, dados los altos costes de inversión inicial derivados del despliegue de tecnologías de producción energética bajas en carbono, lo que podría propiciar un aumento de la volatilidad de los precios en los próximos años, por lo que el diseño del mercado deberá enviar las señales de precios adecuadas.
El estudio pone en evidencia que los precios de la energía en 2022 y 2023 tenderán a mantenerse elevados, a raíz de las tensiones actuales y la incertidumbre derivada del suministro de gas a la UE.
Entre sus conclusiones, el organismo regulador del mercado eléctrico ha incidido en que entre los retos actuales del diseño del mercado eléctrico se encuentran conseguir que los mercados de la electricidad a corto plazo funcionen mejor, impulsar la transición energética a largo plazo, aumentar la flexibilidad del sistema eléctrico y proteger a los consumidores de la volatilidad excesiva.
Así es que ACER incluye en su informe trece posibles medidas que los responsables políticos puedan aplicar al diseño de mercado entre las que se incluyen: proteger a los consumidores más vulnerables contra la volatilidad de los precios, estimular el mercado para mejorar su liquidez a largo plazo, acelerar la integración del mercado eléctrico, integrar mejor los mercados o mejorar el apoyo a la inversión renovable.
Además, el organismo recomienda preservar la señal de precios en el mercado mayorista y eliminar las barreras a los recursos de la demanda que proporcionan flexibilidad o abordar las quiebras inevitables de los proveedores.