“A los chinos no les tiembla el pulso”: el efecto que tendrían las sanciones a China. J. M. Viñals
Las sanciones parecen haber gustado a China, que después de vetar la exportación a Occidente del germanio y el galio, advierte de que esto solo es el principio. “Si Rusia, que tiene el PIB de Italia, al final no deja de ser una economía parecida a la italiana, China es la segunda economía del mundo con visos a ser la primera dentro de unos años y con el spread más importante en comercio internacional; si EEUU y la Unión Europea, por ese alineamiento frente a Rusia y esa dependencia de Europa en materia de defensa y energía, nos hace secundar sanciones norteamericanas en la economía china y se producen medidas por parte de China, que actúa de esta forma siempre que EEUU ha impuesto alguna sanción, entonces el efecto boomerang sería multiplicado -en comparación con las sanciones a Rusia- multiplicado a escala por lo que significa China en el comercio global y como segundo socio, en algunos casos, primero, de la Unión Europea” Es la explicación de José María Viñals, director del máster de Relaciones Internacionales del IEB. “Estaríamos ante un escenario que ningún político europeo, hoy por hoy, se podría permitir. Y -añade- a los chinos no les tiembla el pulso. La UE comunicó que tenía pensado incluir a varias empresas chinas en el nuevo paquete de sanciones y al final no las incluyó y sin embargo incluyó a cuatro empresas chinas en un anexo donde simplemente quedan restringidas de recibir productos de doble uso y de defensa. Por lo que una cosa es lo que se anuncia, y otra cosa es luego, cuando pasas por el filtro de la negociación, lo que queda, y la Unión Europea es un ejemplo de eso”.