El laboratorio biotecnológico estadounidense Moderna prevé alcanzar este año unos ingresos de 18.400 millones de dólares (15.048 millones de euros) con las ventas de su vacuna contra la Covid-19, según reflejan los acuerdos para la venta anticipada del producto suscritos por la compañía, que cerró 2020 con pérdidas de 747 millones de dólares (611 millones de euros), ampliando un 45% sus ‘números rojos’ de 2019.
El laboratorio ha desvelado en la presentación de sus cuentas anuales que ha suscrito acuerdos de venta anticipada de su vacuna para la Covid-19 para entregar en 2021 por importe de 18.400 millones de dólares (15.048 millones de euros) mientras sigue manteniendo conversaciones con numerosos gobiernos respecto de pedidos adicionales de la vacuna para ser entregados en 2021 y 2022.
Las previsiones de ingresos de Moderna para 2021 en relación con las ventas de su vacuna para la Covid-19 se sitúan así por encima de las proyecciones realizadas por Pfizer, que junto a la alemana BioNTech también ha desarrollado una vacuna contra la Covid-19, y que a principios de febrero indicó que espera ingresar en 2021 unos 15.000 millones de dólares (12.270 millones de euros) con su comercialización.
Moderna ha confirmado los siguientes acuerdos de suministro, incluyendo la entrega de 300 millones de dosis de su vacuna a Estados Unidos, con la opción de adquirir otros 200 millones de dosis, así como el compromiso de entregar 310 millones de dosis a la UE con la opción de comprar otros 150 millones en 2022.
En este sentido, la biotecnológica pretende incrementar en 2021 su capacidad de producción desde los 600 a los 700 millones de dosis y está trabajando en alcanzar los 1.000 millones en 202, mientras que espera elevar su capacidad de manufactura de la vacuna hasta los 1.400 millones de dosis en 2022 para hacer frente a la elevada demanda global.
Moderna registró en 2020 pérdidas de 747 millones de dólares (611 millones de euros), frente al resultado negativo de 514 millones de dólares (420 millones de euros) contabilizado en 2019, mientras que sus ingresos se dispararon hasta los 803,4 millones de dólares (657 millones de euros) desde los 60,2 millones de dólares (49 millones de euros) de 2019.
Entre octubre y diciembre, el laboratorio registró pérdidas de 272,5 millones de dólares (223 millones de euros), frente a los ‘números rojos’ de 123 millones de dólares (101 millones de euros) registrados en el mismo periodo de 2019. Los ingresos de Moderna en el cuarto trimestre sumaron 570,7 millones de dólares (467 millones de euros), más de cuarenta veces los 14 millones de dólares (11,5 millones de euros) de un año antes.
A finales del último cuarto del año, Moderna comenzó a comercializar su vacuna para la Covid-19, su primer producto en el mercado, con el que logró unos ingresos de 199,87 millones de dólares (163 millones de euros).
“2020 fue un año histórico para Moderna”, declaró Stéphane Bancel, consejero delegado de la compañía, quien expresó su confianza en que 2021 será un punto de inflexión para el laboratorio tras comprobar la eficacia de las vacunas de ARN mensajero. “Hemos abierto filiales comerciales en ocho países en 2020 y planeamos añadir Japón, Corea del Sur y Australia en 2021”, añadió.
Por otro lado, la compañía anunció la marcha a finales del próximo mes de septiembre de su responsable médico, Tal Zaks, por lo que el laboratorio contará con la colaboración de la consultora Russell Reynolds en la búsqueda de un nuevo director médico con experiencia global y comercial con vistas a impulsar el lanzamiento de su vacuna para la Covid-19, así como de otros productos.