MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, ha defendido que el sector bancario no debe financiar en solitario la transición hacia una economía más sostenible, sino que debe ser complementario a la financiación mediante los mercados de capitales.
Así lo ha señalado en el XXVIII Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte. Buenaventura ha recordado que para llevar a cabo esa transición y los cambios que llevará aparejados serán necesarios 350.000 millones de euros, según estimaciones de la Unión Europea (UE).
Ante esa necesidad de inversión adicional, el sector bancario no debe financiar el 100%, sino que su papel debe ser complementario al de los mercados de capitales, como la Bolsa o el capital riesgo.
“Vamos a necesitar a ambos para poder financiar este esfuerzo extraordinario”, ha insistido.
Buenaventura considera esta transición uno de los mayores retos del sector financiero de los últimos 20 años, con cada vez más inversores incorporando criterios de sostenibilidad en sus inversiones.
Asimismo, Buenaventura ha destacado que cotizar en Bolsa ha permitido a muchas compañías españolas sortear la situación derivada del Covid-19 mejor que otras.
Buenaventura se ha referido a la ‘banca en la sombra’, un concepto en el que se incluye en ocasiones a las fintech y a las grandes tecnológicas cuando dan servicios de cierto tipo y que constituye uno de los principales retos para el sector bancario en los próximos años.
FRAUDE FINANCIERO
El presidente de la CNMV ha destacado que con el escenario actual de bajos tipos de interés y búsqueda de rentabilidad en nuevos productos se crea el caldo de cultivo “ideal” para que prosperen ofertas de inversión “poco escrupulosas”.
Se trata de un fenómeno complejo que va desde la venta de productos sin los necesarios controles o el incumplimiento de las normas de conducta por parte de entidades no españolas hasta el incremento de las actividades puramente fraudulentas como las estafas piramidales.
Buenaventura ha afirmado que estos hechos producen un prejuicio social y desconfianza de la ciudadanía hacia las finanzas, además de poner en peligro el prestigio del sector financiero en general.
“La reputación del sector financiero es fácil de perder y costosa de mantener”, ha señalado. En ese sentido, la CNMV está trabajando con los supervisores del país de origen de las entidades que no cumplen las normas de conducta.
En cuando a las estafas propiamente dichas, colabora con otras instituciones para crear un marco operativo más estrecho para detectar mejor episodios de fraude, al mismo tiempo que forma a inversores y clientes para evitar que caigan en esas ofertas.