MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
La Asociación Nacional de Productores de Energía Fotovoltaica (Anpier) ha celebrado este viernes que el Gobierno haya reservado en la próxima subasta de renovables una capacidad de 300 megavatios (MW) para pequeñas instalaciones fotovoltaicas de generación distribuida que tenga carácter local, de potencia igual o inferior a 5 MW y que conecten a la red de distribución a una tensión igual o inferior a 45 kilovatios (KV).
A su juicio, resulta “plenamente acertado” establecer que las instalaciones adjudicatarias de esta reserva no puedan ser el resultado de la división artificial de iniciativas de potencia superior, ni encontrarse a una distancia inferior a 500 metros de otra instalación adjudicataria de esta misma reserva propiedad de la misma sociedad o grupo de sociedades.
Esta práctica, denuncia, “ha sido habitual en el sector”, pues grandes empresas, para beneficiarse de las condiciones otorgadas a las pequeñas iniciativas, fragmentaban físicamente instalaciones para que no alcanzaran un determinado rango de potencia y jurídicamente la propiedad de éstas a través de sociedades instrumentales.
Anpier ha recordado que en la primera subasta de renovables, celebrada el pasado 26 de enero, se adjudicaron un total de 3.034 MW que quedaron en manos de tan sólo 32 empresas. En este sentido, señala que la concentración de la propiedad de las instalaciones “no supone necesariamente un descenso del precio de la electricidad, pero sí extrae, y en la gran mayoría de los casos deslocaliza, los beneficios del sol y el suelo de los territorios sin dejar valor en las comarcas”.
La próxima subasta establece que al menos un 25% del capital social de las adjudicatarias de estas instalaciones deberá estar ostentado por un mínimo de cuatro titulares con domicilio fiscal situado a una distancia inferior a 20 kilómetros de la instalación.
Anpier considera que, para ampliar la concurrencia de pequeñas y medianas empresas y las oportunidades que estas instalaciones ofrecen a las mismas, dentro del término “local” debería incluirse toda la región o la comarca donde se encuentra la instalación. Así, la asociación propone ampliar la distancia del domicilio fiscal de los socios hasta los 100 kilómetros de la instalación.
“Las pequeñas instalaciones, además de captar el beneficio de la venta de energía entre las pymes de cada territorio, generan más empleo por cada MW instalado que los grandes parques”, argumenta Anpier, que añade que las instalaciones de potencia igual o inferior a 5 MW producen energía que se absorbe en proximidad, por lo que no requieren grandes infraestructuras ni soportan las pérdidas que acarrea el transporte de energía al que deben recurrir los grandes parques.
En este sentido, Anpier subraya que tanto las grandes líneas de transporte, como las importantes pérdidas de energía que se producen en estos largos desplazamientos, “engrosan la factura de la luz de los usuarios y saturan los nudos de evacuación”.
La asociación también llama la atención sobre el impacto medioambiental y visual que tienen los ‘megaparques’ frente a las instalaciones pequeñas, “que se asimilan mejor en el terreno, sin ocasionar grandes traumas para suelo, flora y fauna”.
Al tratarse de la primera convocatoria para este tipo de iniciativas de pequeña dimensión, Anpier considera que el volumen de potencia reservado parece “adecuado”, pero ve deseable que se incremente en futuras subastas y que se anuncie con mayor antelación.