Los precios del petróleo repuntaron a niveles no vistos en más de cinco meses después de que una nueva ola de sanciones estadounidenses contra la industria energética rusa generara temores sobre la oferta global y desatara incertidumbre entre los grandes importadores asiáticos.
El Brent, referencia internacional, se acercó a los 81 dólares por barril tras una subida del 4% en la sesión anterior, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) rondó los 78 dólares. Estas alzas están impulsadas por las medidas más severas aplicadas hasta ahora por Estados Unidos, que incluyen restricciones sobre grandes exportadores, aseguradoras y más de 150 petroleros rusos.
Las sanciones llegan poco antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump. Los efectos inmediatos se sienten en mercados clave como India y China, donde las refinerías buscan opciones alternativas para garantizar el suministro. China, el mayor importador mundial de petróleo, reportó incrementos en los futuros del crudo en Shanghái, mientras que en India, las refinerías se preparan para posibles interrupciones de hasta seis meses.
El impacto sobre la oferta global aún no se define, pero los primeros indicios son alarmantes. Al menos tres petroleros que transportan más de dos millones de barriles de crudo ruso permanecen detenidos frente a las costas de China debido a las restricciones. Citigroup estima que hasta el 30% de la flota de transporte rusa en la llamada “flota en la sombra” podría quedar afectada, lo que pondría en riesgo hasta 800.000 barriles diarios, aunque la pérdida efectiva podría ser menor, según publica Bloomberg.
Las sanciones también generan presiones inflacionarias adicionales, complicando los planes de los bancos centrales como la Reserva Federal, que enfrenta desafíos para controlar la inflación mientras los precios energéticos se mantienen elevados. Los mercados de futuros reflejan esta preocupación: el diferencial del Brent en retroceso —un indicador de oferta ajustada— triplicó su valor respecto al mes anterior.
Goldman Sachs mantiene sus previsiones de suministro, anticipando descuentos aún mayores en los precios del crudo ruso para atraer compradores.
La OPEP+, que incluye a Rusia, continúa evaluando el impacto de las medidas mientras se prepara para incrementar la producción en abril tras sucesivos retrasos. Un análisis actualizado del mercado global será publicado esta semana, con expectativas de mayor volatilidad en los precios del crudo y un entorno desafiante para la política energética internacional.
Reacción de Rusia
Mientras, Rusia ha reaccionado por medio del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, quien ha declarado este lunes que las sanciones de Estados Unidos al sector energético ruso desestabilizarán los mercados mundiales. Asegura que “estas decisiones no pueden sino conducir a una cierta desesteabilización de los mercados internacionales de energía y petróleo” y confirma que Rusia seguirá muy de cerca las consecuencias. Al mismo tiempo, Peskov puntualiza que las empresas rusas configurarán su trabajo para minimizar las consecuencias de esas “decisiones ilegales”, en especial la estatal Rosatom, que continuará con sus actividades internacionales.