El expresidente y ahora candidato presidencial Donald Trump ha generado controversia con su reciente declaración sobre el Canal de Panamá. Durante un mitin en Arizona, Trump sugirió que Estados Unidos debería recuperar el control de la vía fluvial, alegando que Panamá cobra tarifas excesivas a los buques estadounidenses y planteando inquietudes sobre la posible influencia de China en su gestión. Las afirmaciones de Trump fueron recibidas con una fuerte respuesta del presidente panameño, José Raúl Mulino, quien defendió la soberanía de su país y desestimó las preocupaciones sobre una intervención extranjera.
Un retorno a la retórica nacionalista
En su discurso en el evento AmericaFest, organizado por el grupo conservador Turning Point, Trump afirmó que Estados Unidos estaba siendo “estafado” por Panamá en relación con el canal. Además, publicó en Truth Social una imagen de una bandera estadounidense ondeando sobre un cuerpo de agua con el mensaje: “¡Bienvenidos al Canal de los Estados Unidos!”.
Trump señaló que el acuerdo mediante el cual Estados Unidos transfirió el control del canal a Panamá incluía “cláusulas” que, según él, podrían permitir su devolución si no se respetaban ciertos principios. “Si no se cumplen los valores morales y legales de este magnánimo gesto de donación, exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto rápidamente y sin cuestionamientos”, afirmó.
Respuesta panameña: “El canal es de Panamá”
En un mensaje grabado, el presidente panameño José Raúl Mulino respondió de manera contundente, calificando las declaraciones de Trump como infundadas y reafirmando la independencia de Panamá. Mulino también destacó que las tarifas del canal son justas y basadas en estándares internacionales. “Cada metro cuadrado del Canal de Panamá y sus alrededores es de Panamá y seguirá perteneciendo a Panamá”, enfatizó en un mensaje difundido en redes sociales.
Respecto a las acusaciones sobre la influencia china, Mulino aclaró que China no administra el canal. La operación de algunos puertos en las entradas del canal está a cargo de una subsidiaria de CK Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, pero el control del paso marítimo permanece exclusivamente en manos panameñas.
Un pilar del comercio global
El Canal de Panamá es crucial para el comercio marítimo mundial, facilitando el paso de hasta 14.000 barcos al año y representando el 2,5% del comercio internacional. Es especialmente vital para las importaciones de bienes desde Asia hacia Estados Unidos y las exportaciones de materias primas como gas natural licuado.
Desde su construcción y administración inicial por parte de Estados Unidos, el canal fue transferido a Panamá en 1999 tras un acuerdo firmado en 1977. Este pacto simbolizó un acto de soberanía para el país centroamericano y estableció un precedente en la transferencia pacífica de infraestructura clave.
Un patrón de aspiraciones expansionistas
Esta no es la primera vez que Trump se muestra interesado en la expansión territorial. Durante su primer mandato, planteó la idea de comprar Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, lo que provocó rechazo inmediato de las autoridades danesas. Más recientemente, ha hecho comentarios especulativos sobre la posibilidad de que Canadá se convierta en un estado de Estados Unidos, aunque no está claro si lo dice en serio.
Implicaciones geopolíticas
Las declaraciones de Trump reflejan un enfoque de política exterior marcado por una retórica confrontativa y propuestas poco convencionales. Mientras tanto, las tensiones con Panamá podrían reavivar un debate histórico sobre la soberanía del canal y las relaciones de Estados Unidos con América Latina.
Aunque es improbable que Trump tenga base legal para actuar sobre sus amenazas, su postura podría complicar las relaciones diplomáticas entre ambos países y provocar reacciones en otros actores internacionales, como China, que ya tiene una presencia significativa en la región.
Por ahora, el futuro del Canal de Panamá sigue firmemente bajo control panameño, mientras las declaraciones de Trump generan más ruido político que cambios concretos.