La presión del presidente electo Donald Trump y su asesor clave, Elon Musk, sobre los legisladores republicanos no fue suficiente para evitar el fracaso de un controvertido proyecto de ley presupuestario en la Cámara de Representantes. El proyecto, que buscaba suspender el techo de la deuda federal y asegurar la financiación del gobierno, fue rechazado por 235 votos en contra frente a 174 a favor. Entre los votos negativos se encontraron 38 legisladores republicanos, lo que marcó un desafío significativo tanto para Trump como para Musk.
Un proyecto de ley polarizante
El proyecto de ley, que habría suspendido el techo de la deuda durante dos años y fijado el 14 de marzo como nueva fecha límite para la financiación gubernamental, enfrentó una fuerte oposición de casi todos los demócratas y un grupo considerable de republicanos. Los demócratas calificaron la medida como un “regalo para multimillonarios”, mientras que algunos republicanos criticaron el aumento proyectado de la deuda en 5 billones de dólares.
Chip Roy, un representante conservador de Texas, denunció el plan como una maniobra imprudente. “Felicitarse porque tiene menos páginas pero aumenta la deuda en 5 billones de dólares es una estupidez”, declaró desde la Cámara de Representantes, en un reflejo de las divisiones dentro del propio partido republicano.
Reacciones tras el fracaso
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, intentó restar dramatismo al fracaso legislativo, afirmando que “nos reagruparemos y encontraremos otra solución”. Sin embargo, la presión por parte de Trump y Musk no cesó. Musk recurrió a su plataforma de redes sociales, X, para responsabilizar a los demócratas del rechazo del proyecto de ley, al que calificó como “superjusto y simple”.
Por otro lado, el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, desestimó la medida como “ridícula” y acusó a los republicanos alineados con el movimiento MAGA de llevar al gobierno al borde del cierre.
Amenazas de cierre y tensiones internas
Con la financiación gubernamental programada para expirar el viernes por la noche, el Congreso enfrenta una carrera contrarreloj para evitar un cierre del gobierno. Johnson pasó gran parte de la semana reuniéndose con republicanos en un esfuerzo por elaborar un plan de financiación temporal que pudiera satisfacer tanto a Trump como a los legisladores más críticos dentro de su propio partido.
Mientras tanto, Musk intensificó su campaña en contra del proyecto de ley, publicando una serie de mensajes que instaban a los votantes a penalizar a cualquier legislador que apoyara la medida en futuras elecciones. Su postura refuerza el papel que se le ha otorgado como líder de un Departamento de Eficiencia Gubernamental propuesto por Trump, diseñado para implementar importantes recortes de gastos.
El trasfondo del techo de la deuda
El techo de la deuda, un tema que inicialmente no se esperaba abordar hasta el próximo año, se ha convertido en un punto álgido de controversia política. Trump declaró en una entrevista que abolir por completo el techo sería “lo más inteligente” que los legisladores podrían hacer, una postura que generó tanto apoyos como críticas dentro y fuera del Capitolio.
Perspectivas a corto plazo
El colapso del proyecto de ley ha complicado los planes previos a las vacaciones y ha generado incertidumbre sobre los próximos pasos del Congreso. Aunque la ayuda para desastres y otros incentivos incluidos en la propuesta inicial parecían diseñados para asegurar su aprobación, estos elementos no fueron suficientes para superar las divisiones políticas.
Con la amenaza de un cierre gubernamental en el horizonte, la administración entrante de Trump enfrenta un difícil inicio, marcado por desafíos legislativos y divisiones internas que ponen en entredicho su capacidad para implementar su agenda económica y fiscal.