Junts ha registrado la petición en el Congreso; la iniciativa no tiene efectos legales
El líder de Junts, Carles Puigdemont, ha intensificado su presión sobre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al exigir que se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. Según Puigdemont, el Gobierno no ha cumplido los compromisos adquiridos hace un año durante las negociaciones para su investidura, calificando la situación como un “momento de inflexión”. Aunque la cuestión de confianza solo puede ser planteada por el propio presidente, Puigdemont considera este gesto esencial para comprobar si Sánchez aún cuenta con el respaldo parlamentario necesario.
En su intervención en Bruselas, tras una reunión con la cúpula de Junts, Puigdemont argumentó que el Ejecutivo no ha demostrado ser digno de la confianza otorgada. “Hemos sido pacientes y generosos, pero el crédito que le dimos está en números rojos”, afirmó.
La amnistía y la oficialidad del catalán, temas pendientes
Uno de los principales puntos de conflicto radica en la amnistía, una condición que Junts había señalado como clave en su apoyo inicial a Sánchez. Puigdemont subrayó que “una amnistía que no es completa, no es amnistía”, cuestionando la efectividad de las acciones judiciales en curso. También lamentó la falta de avances en la oficialidad del catalán en Europa, acusando a Sánchez de priorizar acuerdos con líderes como Viktor Orbán y Giorgia Meloni para impulsar la presencia de Teresa Ribera en la Comisión Europea, en lugar de defender los intereses lingüísticos de Cataluña.
Críticas a la falta de coherencia en las negociaciones
Otro foco de sus críticas fue la descoordinación entre los acuerdos alcanzados en la mesa de negociación en Suiza y la acción del Gobierno español. Según Puigdemont, mientras las conversaciones avanzan en determinados puntos, el ritmo de implementación en España deja mucho que desear. “Los avances son escasos y las discrepancias se dilatan”, comentó, mostrando frustración ante la falta de resultados tangibles.
Junts busca presionar políticamente
Aunque la cuestión de confianza que exige Junts no es vinculante legalmente, tiene un alto impacto político. Esta petición ha sido formalizada en el Congreso, a la espera de que Sánchez decida si acepta o no someterse al escrutinio parlamentario. La jugada de Puigdemont busca no solo cuestionar la estabilidad del Ejecutivo, sino también destacar las áreas donde, según él, el Gobierno no ha cumplido con sus compromisos.
Con estas demandas, Puigdemont lanza un mensaje claro: el tiempo de espera y paciencia ha terminado. Para Junts, el cumplimiento de los acuerdos es esencial para mantener cualquier tipo de colaboración con el Gobierno, marcando así un nuevo episodio de tensión en la política española.