El nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, emitió una contundente advertencia al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, señalando que presionar a Ucrania para aceptar un acuerdo de paz favorable a Moscú podría desencadenar graves amenazas globales. En una entrevista con Financial Times, Rutte destacó los crecientes lazos entre Rusia, China, Irán y Corea del Norte como un peligro inminente, tanto para Europa como para Estados Unidos.
Rutte subrayó que permitir que Rusia obtenga una victoria estratégica en Ucrania no solo reforzaría la posición de Moscú, sino que también envalentonaría a otros adversarios, como Corea del Norte e Irán, mientras Xi Jinping podría considerar acciones más agresivas en el Indo-Pacífico, en una clara referencia a Taiwán.
“Una amenaza compartida para Occidente”
Durante su primera entrevista como líder de la alianza militar occidental, Rutte hizo hincapié en los peligros de los flujos de tecnología y financiamiento entre estos países.
“Rusia está enviando tecnología de misiles a Corea del Norte, lo que no solo amenaza a Corea del Sur y Japón, sino también al territorio continental de Estados Unidos”, alertó Rutte. También destacó que los fondos rusos están respaldando a Irán, que utiliza estos recursos para financiar grupos como Hizbulá y Hamás, agravando conflictos regionales.
El secretario general señaló que estas conexiones entre Moscú, Teherán, Beijing y Pyongyang representan una creciente interdependencia entre zonas conflictivas del mundo, lo que hace más difícil gestionarlas políticamente. “Xi Jinping está observando atentamente lo que ocurra en Ucrania. Si no se alcanza un acuerdo justo, podría sentirse alentado a actuar de manera más agresiva en el futuro”, añadió.
Llamado a Trump para mantener el apoyo a Ucrania
En una reunión reciente con Trump en Florida, Rutte buscó persuadir al presidente electo para que mantenga el respaldo de Estados Unidos a Ucrania y su compromiso con la OTAN. Trump ha prometido resolver la guerra en Ucrania en “24 horas” mediante un cese de hostilidades y negociaciones inmediatas, una propuesta que ha generado preocupación entre los aliados occidentales.
“El momento de las conversaciones de paz debe llegar desde una posición de fuerza para Ucrania”, afirmó Rutte. Agregó que su prioridad número uno es garantizar que Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, reciba el apoyo militar necesario antes de cualquier negociación. Esto incluye defensa aérea avanzada y sistemas ofensivos cruciales para mantener la resistencia frente a la agresión rusa.
Una relación clave con Trump
Rutte asumió el liderazgo de la OTAN en octubre y tiene un historial de colaboración con Trump durante su anterior mandato como primer ministro de los Países Bajos. Fue clave en persuadir a los aliados de la OTAN para aumentar sus presupuestos de defensa en 2018, lo que evitó que Trump retirara el apoyo estadounidense a la alianza.
“He trabajado bien con él en el pasado y creo que podemos continuar desde esa base”, comentó Rutte sobre su relación con Trump. Sin embargo, el desafío ahora radica en mantener la unidad dentro de la OTAN y garantizar que Estados Unidos no reduzca su papel en el conflicto ucraniano.
Ucrania y su futuro en la OTAN
Mientras tanto, Rutte preside una reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Bruselas. Aunque Ucrania ha pedido una invitación formal para unirse a la alianza, países como Estados Unidos y Alemania han mostrado reticencia a avanzar en este tema en el corto plazo.
Rutte insistió en que, aunque estas discusiones son importantes, el enfoque inmediato debe ser reforzar las capacidades militares de Ucrania. “Debemos priorizar la asistencia militar para que Zelensky esté en una posición sólida cuando decida negociar”, concluyó.
Este llamado refleja la postura de la OTAN de mantener el apoyo a largo plazo a Ucrania mientras se navegan las complejas dinámicas políticas internacionales y las tensiones entre las potencias globales.