Las expectativas de que el gobierno del primer ministro francés Michel Barnier se derrumbe esta semana han afectado a los mercados de acciones y bonos de Francia. Las tensiones se derivan por un proyecto de ley de financiación de la seguridad social para 2025, presentado por Barnier, cuyo contenido ha generado un gran rechazo tanto en el partido de extrema derecha como en el partido de izquierda, derivando en la presentación de mociones de censura que se votarán este miércoles a partir de las 16:00, hora de Madrid, según confirmó este martes la Asamblea Nacional.
El presupuesto de Barnier, que busca controlar el creciente déficit público de Francia a través de aumentos de impuestos y recortes de gastos por 60.000 millones de euros, ha sido rechazado por políticos tanto de izquierda como de extrema derecha.
Un colapso gubernamental dejaría un agujero en el corazón de Europa, con Alemania también en modo electoral, semanas antes de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, regrese a la Casa Blanca.
El comienzo de la ruptura del gobierno
El partido francés Agrupamiento Nacional (RN), encabezado por Marine Le Pen, ha aumentado durante los últimos días la presión sobre Barnier sobre las negociaciones presupuestarias, trazando líneas rojas que, de no cumplirse, impulsarían a su partido a votar con la izquierda para derrocar al gobierno.
Este lunes, unos minutos antes de que el parlamento tenía previsto votar sobre el crucial proyecto de ley de financiación para 2025, Barnier presentó una concesión al partido de extrema derecha RN, como un último intento de conseguir los votos necesarios para su aprobación.
Sin embargo, esta concesión resultó insuficiente para obtener el apoyo del RN y que el proyecto de ley pasara las votaciones. Esto desembocó en que Barnier anunciara que invocaría el artículo 49.3 de la Constitución francesa para forzar la aprobación del presupuesto de seguridad social en la cámara baja del parlamento sin una votación final.
Si un primer ministro aplica el artículo 49.3, la única manera que tienen los oponentes de impedir la aprobación del proyecto de ley es presentar una moción de censura que debe celebrarse en un plazo de 48 horas. La votación tendrá lugar este miércoles.
“Los franceses ya están hartos”, dijo a los periodistas en el Parlamento la líder del Agrupamiento Nacional (RN), Marine Le Pen, y afirmó que Barnier, que se convirtió en primer ministro a principios de septiembre, había emporado las cosas y que era necesario echarlo. “Estamos proponiendo una moción de censura contra el gobierno”, afirmó.
El RN ha exigido medidas como el aumento de pensiones en línea con la inflación, mayor apoyo a pequeñas empresas y la eliminación de recortes en reembolsos médicos. Hasta ahora, el único cambio logrado ha sido la retirada de un aumento al impuesto de electricidad.
Tanto el partido RN como la alianza de izquierdas NFP han presentado sus mociones de censura. “Ante esta enésima negación de la democracia, censuraremos al gobierno”, afirma Mathilde Panot, del partido de izquierda France Unbowed. “Vivimos en caos político a causa del gobierno de Michel Barnier y de la presidencia de Emmanuel Macron”. Si la moción de censura tiene éxito, la frágil coalición de Barnier será el primer gobierno francés en ser expulsado por una moción de censura desde 1962.
Mientras tanto, Barnier instó a los legisladores a no respaldar el voto de censura. “Estamos en un momento de la verdad… Los franceses no nos perdonarán que pongamos los intereses de los individuos por delante del futuro del país”, dijo el primer ministro.
Niveles de crisis en la zona del euro
Los inversores castigaron inmediatamente los activos franceses debido a que los últimos acontecimientos hundieron a la segunda mayor economía de la euro zona aún más en una crisis política, con muchas dudas sobre si se podrá aprobar el presupuesto anual. El euro, que había sido la moneda más débil del G10 hasta noviembre, comenzó diciembre con una caída del 0,75% este lunes y por última vez rondaba los 10487 dólares.
“El país está en un punto de inflexión”, dijo este marte el ministro de Finanzas, Antonie Armand a la cadena de televisión France 2, añadiendo que los políticos tenían la responsabilidad de “no hundir al país en la incertidumbre” con una moción de censura.
El diferencial entre los bonos franceses y el índice de referencia alemán se amplió aún más y se aceleró una ola de ventas de euros. Desde que Macron convocó elecciones anticipadas a principios de julio, el CAC 40 de Francia es el que más ha caído entre las principales economías del UE.