Las acciones de Stellantis NV cayeron un 8,3%, en los primeros compases de este lunes, alcanzando su nivel más bajo en más de dos años, tras el sorpresivo anuncio de la renuncia de su director ejecutivo, Carlos Tavares, el domingo. Este hecho incrementó las preocupaciones de los inversores sobre el futuro de la compañía. Como consecuencia, a las 9:06 am, hora de Madrid, las acciones de Stellantis habían retrocedido hasta un 8,3%, cotizándose a 11,5 euros por unidad.
La decisión, según informó la empresa, fue tomada por Henri de Castries, director independiente sénior del grupo, tras desacuerdo recientes sobre las estrategias entre Tavares y el consejo de administración. Stellantis indicó que se espera designar a un nuevo director ejecutivo en el primer semestre de 2025.
La abrupta salida de Tavares deja un vacío en la cima de la compañía en un momento particularmente complicado. Stellantis enfrenta desafíos significativos, incluyendo la necesidad de reducir el exceso de capacidad y de inventario en Estados Unidos, mientras que lidia con una demanda global debilitada y la creciente presión de los competidos chinos.
“Las dificultades de Stellantis siguen generando dudas sobre el modelo de negocio del conglomerado de marcas global… así como sobre la longevidad de los directores ejecutivos en una industria tan estructural y cíclicamente desafiada como la automotriz“, dijeron los analistas de Jefferies.
Problemas bajo el liderazgo de Tavares
Durante la dirección de Carlos Tavares, surgió una controversia clave relacionada con el aumento de precios en las marcas de mercado masivo de Stellantis. Este incremento alejó a los consumidores ya afectados por la inflación, según entrevistas realizadas por Reuters con cinco concesionarios de automóviles y cinco ejecutivos de la industria automotriz antes de la renuncia de Tavares.
Tavares, quien lideró Stellantis desde su creación en enero de 2021, tras la fusión de PSA y Fiat Chrysler, inicialmente había ganado el favor de los inversores. Logró implementar rápidos recortes de costos tras la fusión y elevar los márgenes operativos a alrededor del 13% en 2022, casi duplicando los niveles de competidores como Volkswagen y Renault.
Sin embargo, este éxito inicial se acabó desvaneció con la caída de las ventas y los levados inventarios en el crucial mercado norteamericano. Esto obligó a Stellantis a emitir una advertencia de ganancias en septiembre y posteriormente anunciar su salida programada para 2026.
Además, bajo su liderazgo, Stellantis perdió un tercio de su cuota de mercado en Europa. Por ejemplo, la participación de Fiat en el continente se redujo a la mitad, quedando en apenas un 1,8% mientras que la de Citroën cayó al 2,2%, según datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
La competencia de fabricantes chinos
Al igual que otros fabricantes de automóviles europeos, Stellantis enfrenta una feroz competencia de rivales asiáticos, como Hyundai y Toyota. Además, los fabricantes chinos están ganando terreno rápidamente: ya representan cerca del 5% de las ventas de automóviles en Europa y, según la consultora AlixPartners, podrían alcanzar una participación del 12% para 2030. Estas marcas, con precios más competitivos, han impactado negativamente en las ofertas de Stellantis.
“Los precios (de Stellantis) no son los adecuados”, dijo Tony Fassina, fundador de uno de los mayores concesionarios de automóviles de Milán, Italia. “A precios adecuados, la demanda existe”.
Finalmente, la caída de las acciones de Stellantis afectó también al índice automovilístico europeo, que presentó una pérdida cercana al 2%, mientras otras empresas del sector, como Renault y Valeo, registraron descensos del 3% cada una.