Donald Trump, expresidente y actual candidato presidencial, ha anunciado su intención de imponer aranceles generalizados a las importaciones de México, Canadá y China si vuelve a la Casa Blanca. En un mensaje publicado en su red social, Truth Social, Trump justificó estas medidas como respuesta a la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y lo que considera un comercio injusto por parte de Pekín.
Medidas propuestas
Trump planea aplicar un arancel del 25 % a todos los productos provenientes de México y Canadá desde su primer día en el cargo. Estos impuestos, según el expresidente, permanecerían en vigor “hasta que se detenga el flujo de drogas, especialmente fentanilo, y de inmigrantes ilegales que invaden nuestro país”.
Para China, Trump propuso un gravamen adicional del 10 % sobre todas las importaciones, sumado a los aranceles ya existentes. Además, criticó a Pekín por no cumplir sus promesas de aplicar la pena de muerte a quienes trafican con fentanilo, un opioide altamente mortal que ha contribuido significativamente a la crisis de sobredosis en Estados Unidos.
Impacto económico y reacciones internacionales
Expertos han advertido sobre las posibles repercusiones económicas de estas políticas. Erica York, de la Tax Foundation, señaló que la imposición de aranceles a los principales socios comerciales de Estados Unidos incrementaría significativamente los costos para las empresas de las economías involucradas, además de que “incluso la amenaza de estos aranceles puede tener un efecto paralizante”.
El dólar estadounidense experimentó un leve aumento del 0,4 %, mientras que las monedas de Canadá y México sufrieron caídas del 0,8 % y 1,3 %, respectivamente. El yuan chino también perdió valor, reflejando la incertidumbre que estas declaraciones generan en los mercados.
Desde China, las críticas no tardaron en llegar. La televisión estatal CCTV calificó las declaraciones de Trump como “irresponsables”. En un evento reciente, el vicepresidente chino Han Zheng defendió la globalización económica como una “tendencia irreversible” y reafirmó el compromiso de su país con un sistema económico mundial abierto.
Relaciones con México y Canadá
Trump también dirigió fuertes palabras hacia México, amenazando con aranceles aún mayores, de hasta el 100 % o más, si el país no toma medidas drásticas para frenar el tráfico de drogas y la inmigración ilegal. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y el líder parlamentario Ricardo Monreal han rechazado estas propuestas, señalando que solo perjudicarían a las economías de ambos países.
Por su parte, Canadá ha adoptado un tono más conciliador. La viceprimera ministra Chrystia Freeland y el ministro de seguridad pública Dominic LeBlanc destacaron la fuerte relación comercial entre ambos países, recordando que Canadá es el mayor comprador de bienes estadounidenses y el principal proveedor de petróleo crudo para Estados Unidos.
Tensiones con el T-MEC
Analistas advierten que los aranceles propuestos podrían poner en peligro el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), un acuerdo que Trump promovió durante su primer mandato. Warren Maruyama, exasesor comercial, afirmó que estas medidas no solo serían perjudiciales para las industrias integradas de la región, como la automotriz, sino también inflacionarias, aumentando los precios para los consumidores estadounidenses.
Comparación con la política de Biden
Si bien Trump ha puesto los aranceles en el centro de su campaña, la administración de Joe Biden también ha mantenido una postura firme contra China. Este año, Biden aumentó los aranceles sobre tecnologías de energía limpia, incluidos los vehículos eléctricos provenientes de China, al 100 %. Además, su gobierno ha presionado a Pekín para que controle la producción de precursores químicos del fentanilo, que se estima causaron la muerte de cerca de 75.000 estadounidenses en 2023.
Con estas propuestas, Trump busca capitalizar el descontento entre los votantes sobre temas como el comercio, la inmigración y la crisis de opioides. Sin embargo, sus medidas podrían tener amplias repercusiones económicas y diplomáticas, generando divisiones tanto dentro como fuera de Estados Unidos.