El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, discutieron posibles formas de poner fin a la guerra de Rusia en Ucrania durante conversaciones en Ankara este lunes, dijo la presidencia turca.
“Durante la reunión se discutió qué se puede hacer para poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia y a la masacre en Palestina…”, informó la presidencia.
Turquía, miembro de la OTAN, ha condenado la invasión rusa y dice que apoya la integridad territorial de Ucrania, sin embargo, también ha proporcionado apoyo militar a Kiev. Además de eso, Turquía también se opone a las sanciones occidentales contra Moscú, con quien comparte importantes vínculos en materia de defensa, energía y turismo.
Hace apenas unos días, Erdogan pidió en su participación en la cumbre del G20 en Brasil que la OTAN “reflexione” sobre la nueva doctrina nuclear de Rusia, que permite responder con armas atómicas a ataques convencionales. “En primer lugar, emplear armas nucleares en una guerra no tiene ningún aspecto positivo. Con los misiles que ha empleado últimamente Ucrania, se ve lo que ocurre, lo que podrá ocurrir. Esto desde luego no es nada positivo”, dijo el mandatario turco en una rueda de prensa.
De igual manera, Turquía condenó la decisión de Estados Unidos de autorizar el uso de misiles de largo alcance para atacar territorio ruso.
Rusia y Turquía, una colaboración bilateral
En este contexto, Erdogan sostuvo una conversación telefónica el pasado domingo con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la que discutieron la ampliación de su cooperación económica y comercial, así como temas clave de la agenda internacional, según comunicados oficiales de ambas partes.
El Kremlin destacó que ambos mandatarios dialogaron sobre la efectividad de la colaboración bilateral en el ámbito económico y comercial, poniendo énfasis en el proyecto conjunto para la creación de un centro de distribución de gas en Turquía. Este proyecto, que busca posicionar a Turquía como eje para la redistribución del gas ruso a terceros países, se acordó en octubre de 2022, con la región de Tracia Oriental como posible ubicación estratégica.
Aunque Turquía ha condenado la invasión rusa a Ucrania, mantiene una postura neutral en el conflicto y no se ha alineado completamente con las sanciones occidentales impuestas a Moscú, debido a su dependencia del petróleo y gas ruso. Este enfoque le ha permitido jugar un rol mediador en iniciativas como el intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania.
Esta interacción refuerza los lazos entre Moscú y Ankara en un contexto marcado por as tensiones geopolíticas y la necesidad de cooperación estratégica en áreas clave como la energía y la estabilidad regional.