La gran bronca entre Orbán y Von der Leyen muestra el gran problema de Europa: la división total
Imagen de una Europa dividida. El movimiento de aplausos hacia el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán respecto al cordón sanitario afirmaba que “han hecho el cordón sanitario contra los patriotas”. Una parte de Europa: globalistas, psoe y pp uniéndose frente a los no globalistas y los patriotas europeos.
La imagen clara es de un grupo de europeos que tiene una posición apoyada por millones de votos que le dicen “fascista, ultraderechista”, por lo que una parte de Europa tiene su voto fuera del sistema. Von der Leyen atacaba directamente a Orbán diciendo que “hay gente que echa la culpa no al poder sino a los invadidos, no hay idioma europeo en el que la palabra paz sea sinónimo de rendición”. Clara división de pelea en público, nada de ayudarse, división total ante todos, por lo que la Comisión Europea tiene una realidad clara de división y pelea. La división entre los europeos se libra entre un enfrentamiento de élites que no se aguantan, pero Von der Leyen se supone que representa a quien le vota y a quien no.
Orbán no fue al choque siquiera, pero Von der Leyen la quiso liar mundial, porque el ministro húngaro no entró ni el tema de la guerra de Ucrania. “Hoy por hoy la UE no es capaz de garantizar su seguridad, nos hace falta una política de defensa europea y hay que reforzar la industria de defensa y armamento y lanzaremos una propuesta de plan para apoyar este sector”, eran las palabras de Orbán. ¿Qué le parece mal a Von der Leyen? La que inició la bronca fue la propia presidenta, explica Jose Vizner.
El ministro húngaro insistía en la necesidad de transformar la Unión Europea ante las tensiones de los conflictos cercanos, como la crisis migratoria como amenaza a la seguridad. Draghi incluso decía que “Europa puede acabar muriendo” y Orbán quiere que Europa tome decisiones para el control de su destino.
Europa se está cayendo económicamente y no se ve el plan europeo de rescate y Von der Leyen a otros asuntos. Europa se queda fuera del proceso de modernización económicamente y el próximo problema es el de la competitividad. Europa lleva desde el 2000 retrasada en las tecnológicas y el desarrollo, solo le falta a Europa una recesión, pero la Unión Europea sigue a otros temas como la reducción de la jornada laboral.