Estados Unidos ha anunciado el despliegue de tropas en Israel junto con un avanzado sistema antimisiles, en un movimiento poco habitual que busca reforzar las defensas aéreas israelíes tras los recientes ataques con misiles por parte de Irán. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha señalado que el objetivo es “defender a Israel”.
A pesar de esta demostración de apoyo, Estados Unidos ha instado a Israel a que mida su respuesta, con el fin de evitar una escalada que podría desencadenar un conflicto más amplio en Oriente Medio. Biden ha expresado públicamente su preocupación por un ataque israelí a las instalaciones nucleares o infraestructuras energéticas de Irán, lo que podría agravar la situación.
El portavoz del Pentágono, el general Patrick Ryder, ha explicado que este despliegue forma parte de “ajustes más amplios” que Estados Unidos ha realizado en los últimos meses para apoyar a Israel y proteger al personal estadounidense de posibles ataques iraníes o de grupos respaldados por Teherán. Si bien es raro ver tropas estadounidenses en Israel fuera de ejercicios militares conjuntos, en los últimos meses han colaborado desde bases fuera del país para defender a Israel de ataques iraníes.
El sistema de defensa antimisiles que Estados Unidos está desplegando, conocido como THAAD (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud), es un componente clave de la estrategia de defensa aérea de EE. UU. Este sistema, que necesita unos 100 soldados para operar, está diseñado para interceptar misiles balísticos de corto y medio alcance. Su llegada a Israel, según las fuentes, tiene como objetivo mejorar las ya sólidas defensas antimisiles del país.
En respuesta a este movimiento, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, advirtió que Estados Unidos está poniendo en riesgo la vida de sus tropas al desplegar estos sistemas en Israel. “No tenemos líneas rojas cuando se trata de defender a nuestro pueblo y nuestros intereses”, aseguró Araqchi en la plataforma X. A pesar de esta retórica, los expertos creen que Irán sigue tratando de evitar un conflicto directo con Estados Unidos, lo que complica su estrategia.
El 1 de octubre, Irán lanzó más de 180 misiles contra Israel, en respuesta a la escalada de tensiones con el grupo Hezbollah en el Líbano, respaldado por Teherán. A pesar de las fuertes defensas antimisiles de Israel, algunos proyectiles lograron penetrar las barreras. Las autoridades estadounidenses no han detallado cuándo el sistema THAAD estará plenamente operativo en Israel, aunque se sabe que la última vez que fue desplegado en el país militar fue en 2019, durante unos ejercicios.
Paralelamente, las tensiones entre Israel y las fuerzas de la ONU en el sur del Líbano han ido en aumento. El ministro de Energía israelí, Eli Cohen, criticó a la misión de la UNIFIL, acusándola de ser “inútil” y de no proteger a Israel de los ataques de Hezbollah. Cohen incluso pidió la retirada de las fuerzas de paz de la ONU, afirmando que, si no pueden ayudar, “al menos no deberían interferir”.
La ONU, por su parte, ha acusado a Israel de violaciones contra sus fuerzas de paz, afirmando que tanques israelíes irrumpieron en una de sus bases en el sur del Líbano. Según la ONU, tras la salida de los tanques, se registraron explosiones cercanas que liberaron humo y enfermaron al personal de la base.
En medio de esta escalada, Israel ha intensificado sus operaciones contra Hezbollah en el Líbano, alegando que su objetivo es desmantelar la infraestructura militar del grupo y asegurar el retorno de los ciudadanos desplazados en el norte de Israel. Las fuerzas israelíes han destruido túneles, lanzacohetes y arsenales de Hezbollah en las últimas semanas, algunos de ellos con armamento supuestamente proveniente de Irán y Rusia.
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, criticó la lentitud de la Unión Europea para condenar los ataques israelíes contra las fuerzas de la ONU, calificando estos incidentes como “completamente inaceptables”. La misión de la UNIFIL, que cuenta con tropas de países europeos como Italia, Francia y España, ha estado bajo fuego en repetidas ocasiones durante las últimas semanas, aumentando las tensiones en la región.
Mientras tanto, Oriente Medio sigue en alerta máxima, con el temor de una represalia israelí contra Irán que podría agravar aún más la ya inestable situación en la región.