MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
España registrará un incremento en su Producto Interior Bruto (PIB) del 6,1% en 2021 y de un 4,5% en 2022, superando las estimaciones de crecimiento para la economía global, según las últimas previsiones publicadas por Coface, la compañía de seguros de crédito comercial y servicios especializados adyacentes.
“Un año y medio después del comienzo de la pandemia, el acceso a la vacunación es el principal factor que marca el ritmo de la vida diaria de los ciudadanos y de la economía global”, se explica en el barómetro de Coface.
Así, las expectativas en términos de crecimiento del PIB para 2021 en todo el mundo se actualizan al alza (5,6%) respecto al barómetro anterior, lo que se atribuye, principalmente, a las sorpresas positivas provenientes de Estados Unidos, mientras que para 2022 se sitúan en el 4,3%.
Esta evolución de las perspectivas de crecimiento se refleja en el comercio mundial, que después de una contracción en volumen del 5% el año pasado, Coface prevé un aumento del 11% para 2021.
En este contexto de crecimiento del comercio internacional, los países exportadores de materias primas se benefician de una mejoría en sus términos comerciales, aunque el lento crecimiento de la vacunación en el mundo emergente disminuye las probabilidades de alcanzar la inmunidad colectiva en los próximos doce meses.
RIESGOS DE ROMPER LA TENDENCIA POSITIVA
Coface advierte sobre dos riesgos que ponen en duda la continuidad de esta tendencia positiva. En primer lugar, se hace mención a la desaceleración del ritmo de la vacunación que, de confirmarse en los próximos meses, retrasaría la consecución de la inmunidad colectiva.
De su lado, ha alertado de que el umbral para lograr esta inmunidad colectiva es aún más alto, dada la rápida transmisión del virus entre la población. No obstante, la aparición de nuevas variantes más transmisibles hace temer la posibilidad de nuevas olas de contagios en los próximos meses.
“Asumiendo que estos dos riesgos no se materialicen, las economías europea y estadounidense deberían haber recuperado su funcionamiento casi normal para el final del verano”, apunta el informe.
En el lado positivo, la implementación del plan de infraestructuras anunciado por Joe Biden en EEUU, de ser adoptado, beneficiaría a numerosos sectores de actividad. En Europa, la liberación de los fondos de estímulo, anunciada en julio de 2020, tendrá un efecto diferenciado sobre las economías y responderá a múltiples objetivos: sostener la demanda, acelerar la recuperación y promover el desarrollo de los sectores en crecimiento.
Para las empresas, se prevé un aumento de los costes de producción. Además de la persistente escasez de ciertos componentes electrónicos que afectaría a los costes del transporte, se suman los precios de las materias primas, que se mantendrán elevados.