El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo este miércoles una conversación telefónica con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la que discutieron el plan con el que Israel atacará a Irán, la ofensiva en Líbano y la “urgente necesidad” de llegar a un acuerdo diplomático con el grupo islamista Hamás.
La Casa Blanca, mediante un comunicado, dijo que durante la conversación Biden “afirmó su férreo compromiso con la seguridad de Israel y condenó inequívocamente el ataque con misiles balísticos de Irán” contra Israel el 1 de octubre. Además, calificó de “franca y directa” la llamada entre los líderes, cuya relación se encuentra en su punto más tenso desde el inicio hace un año de la guerra en Gaza.
En la misma conversación, Biden habló con Netanyahu sobre la “urgente necesidad” de llegar a un acuerdo con el grupo islamista Hamás que permita declarar un alto el fuego en la Franja de Gaza y la liberación de los rehenes israelíes que siguen en el enclave.
Biden enfatizó la necesidad de minimizar el daño a civiles, particularmente en las zonas densamente pobladas de Beirut.
Por otro lado, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, previamente había afirmado que el “ataque en Irán será mortal, preciso y sorprendente”. Añadió que “(Irán) no entenderá qué ni cómo pasó. Solo verá los resultados”.
Desde el ataque de Irán a Israel de la semana pasada, han existido tensiones entre Israel y EE.UU., debido a que Biden ha advertido a Israel sobre no atacar las instalaciones nucleares y petroleras iraníes, ya que este tipo de ataques representarían un problema importante para la economía mundial.
Se presume que, en esta última llamada telefónica, EE.UU. ha presionado a Israel para que limite sus represalias militares contra Irán en favor de la aplicación de sanciones económicas. Sin embargo, no hay garantía de que acepte esta propuesta, considerando que en ocasiones anteriores Israel no ha hecho caso a los consejos de la administración de Biden, mostrándose reacia a aceptar el acuerdo de alto el fuego de 21 días con Hezbolá.
Las sanciones económicas son la vía de escape que Washington le ofrece a Netanyahu para evitar más daños civiles y económicos, lo cual, aparte de afectar a Oriente Medio, podría definir el apoyo de los estados faltantes rumbo a las elecciones presidenciales estadounidenses del próximo 5 de noviembre. Especialmente Michigan, que tiene una población sustancial de estadounidenses árabes y musulmanes.
“La escalada en la región ayuda a Trump, lo que también es bueno para Bibi (Netanyahu) porque significa no solo cuatro semanas más de comportamiento desenfrenado, sino cuatro años sin presión estadounidense”, dijo Ali Vaez, director del Proyecto Irán en el International Crisis Group. según publica Bloomberg.