La tensión en Oriente Medio se ha intensificado ante la posibilidad de que Israel realice un ataque en respuesta a los misiles de Irán. Según Lorenzo Ramírez, periodista económico, “Israel está llevando a cabo ataques soterrados cerca de instalaciones nucleares en Irán”, en una estrategia similar a la de las fuerzas de la OTAN cuando atacan territorios rusos. Estos “ataques tapados” buscan evitar una escalada mayor, mientras que públicamente, la administración Biden presiona al gobierno israelí para que se comprometa a no atacar directamente las instalaciones nucleares iraníes.
En este contexto, Biden ha ofrecido a Israel más ayuda financiera, destinada tanto a reforzar su armamento como a mitigar la crisis económica que atraviesa el país. “Esto muestra la relación perniciosa entre EE.UU. e Israel”, comenta Ramírez, quien también señala que miembros del gobierno israelí se reunirán con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, para cerrar el acuerdo financiero. Según el periodista, “Biden quiere pagar al gobierno israelí para defender sus intereses”, lo que revela una dinámica donde Washington busca mantener a Israel como un aliado clave en la región.
A pesar de esta presión por parte de Estados Unidos, Ramírez subraya que “Netanyahu toma las decisiones de Israel por encima de EE.UU. y no al contrario”. El papel de Donald Trump en esta relación es aún una incógnita, aunque es importante recordar que bajo su administración, Jerusalén fue reconocida como capital de Israel, un gesto que fortaleció los lazos entre ambos países.
Cambiando de tema, Ramírez también aborda la cuestión de África y la creciente resistencia del continente frente al colonialismo moderno. Durante la pandemia, se acentuaron las restricciones a la movilidad y la presión para que los países se vacunaran, lo que, según el periodista, “mostró la nueva cara de los países africanos frente al colonialismo”. En la Asamblea de Naciones Unidas, varios países africanos han expresado su descontento con años de “promesas incumplidas” por parte de las potencias occidentales. “África se ha dado cuenta de que los programas de cooperación no son más que excusas para justificar la ocupación, y estamos viendo un proceso de descolonización acompañado de la ruptura del orden polar”, afirma Ramírez.
En cuanto a la relación entre Europa y China, el periodista advierte sobre los riesgos de la política energética actual. “Le cerramos las puertas a un país que tiene los recursos necesarios para nuestras políticas energéticas”, comenta, refiriéndose a la creciente influencia china en los planes de descarbonización europeos. A su juicio, “los burócratas europeos actúan en contra de la economía europea por orden de Estados Unidos”. Un ejemplo claro es la amenaza que supone el uso de paneles solares chinos, que está afectando a los productores europeos, quienes no pueden competir en igualdad de condiciones. “Expulsar a China de Europa es incompatible con la implantación de las energías renovables, y hasta que no nos demos cuenta de esto, la situación seguirá igual”, concluye Ramírez.
Este análisis pone de relieve las tensiones geopolíticas y económicas que están configurando el panorama internacional, desde el conflicto en Oriente Medio hasta las relaciones entre África, Europa y China, mostrando cómo las decisiones de los grandes actores mundiales tienen repercusiones profundas y complejas.