La Unión Europea ha aprobado la imposición de nuevos aranceles a los coches eléctricos fabricados en China, una medida que tendrá vigencia durante los próximos cinco años. Entrará en vigor de forma definitiva cuando se publique en el Diario Oficial de la UE, a más tardar, el 30 de octubre, aunque Bruselas asegura que “la UE y China continuarán trabajando duro para explorar una solución alternativa que sea completamente compatible con la Organización Mundial del Comercio (OMC)”. Esta decisión, que fue aprobada de forma provisional en julio, tiene como objetivo proteger a la industria automotriz europea frente a la creciente competencia de vehículos eléctricos chinos en el mercado europeo.
La votación estaba decidida, salvo sorpresas, porque se necesitaban al menos 15 países en contra de la aprobación para decantar el resultado hacia el no, y finalmente no se han conseguido. Alemania ha votado en contra, porque China representa cerca del 30% de las ventas de los fabricantes alemanes y los aranceles recién aprobados podrían dañar la industria automovilística germana de manera importante. Por el contrario, Francia ha liderado la postura más dura contra el gigante asiático. El resultado de la votación, según medios, ha sido 10 países a favor, 5 en contra y 12 abstenciones.
Los aranceles se suman al impuesto del 10% que ya estaba en vigor para estos vehículos. Sin embargo, el porcentaje exacto de los nuevos aranceles todavía está por definirse, ya que las negociaciones continuarán en los próximos meses. Actualmente, las tarifas varían considerablemente entre fabricantes. Por ejemplo, Tesla enfrenta un arancel del 7,8%, mientras que otros fabricantes, como SAIC, enfrentan tasas mucho más altas, llegando hasta el 35,3%. Marcas como BYD y Geely están en una posición intermedia, con aranceles del 17% y 18,8%, respectivamente.
La imposición de estos nuevos aranceles ha generado incertidumbre sobre si los fabricantes de coches eléctricos chinos incrementarán los precios de sus modelos en Europa. Desde que la medida entró en vigor de manera provisional, algunas marcas ya han ajustado sus precios al alza, mientras que otras han optado por mantenerlos estables.
Hasta la aprobación de estos nuevos aranceles, los coches eléctricos chinos ya contaban con un impuesto del 10%. Con la nueva medida, las tarifas aumentarán aún más, afectando principalmente a empresas como MG, que se enfrenta a un arancel del 35,3% debido a lo que la Unión Europea considera una falta de colaboración adecuada por parte de la empresa china en la provisión de información necesaria para la evaluación comercial.
Este escenario plantea nuevos desafíos tanto para los fabricantes chinos que buscan competir en el mercado europeo como para los consumidores, que podrían ver un incremento en los precios de los vehículos eléctricos de origen chino en los próximos meses. La medida refleja el esfuerzo de la Unión Europea por equilibrar el mercado automotriz y proteger su industria ante la competencia externa.
El caso de España
España se mostró a favor de la subida arancelaria a los eléctricos chinos en un primer momento, aunque luego relajó su postura, tras el viaje del presidente Sánchez a China. Nuestro país tiene mucho en juego si China opta por devolver el golpe en forma de medidas arancelarias contra los productos españoles: el sector porcino español es el que más carne exporta a China y podría perder 500 millones de euros al año, lo que haría peligrar 115.000 empleos. China es el cuarto socio comercial de España y el segundo proveedor de bienes; se realizan intercambios en energía, consultoría, sector textil, automoción, electrónica, telecomunicaciones o servicios legales, entre otros.