¿Cuánto ganas, cuánto se queda el Estado, en qué se lo gasta? El gobierno no quiere que lo sepas
Aramendi planteaba cómo poder ingresar todo el sueldo, en la cuenta del trabajador, y que sean ellos quienes se descuenten SS, IRPF, etc. para ver cuánto le paga el empresario y cuánto le llega después de que el Estado se lo quede. Así, generaría una cultura y conciencia financiera. Así, no es tanto lo que se cobra, sino lo que se llega. No es el Estado, son los impuestos. Sin embargo, raramente el gobierno va a aceptar que el ciudadano sea consciente de cuánto le quita. Si tuviese la visión un ciudadano, de lo que se le paga las empresas, es mucho más de lo que el Estado se queda, tendrían un enfado tremendo. Esto generaría un enfado que ningún Gobierno quieren que sea así. Esa concienciación que plantea Aramendi no interesa. Esto es un golpe de la aristocracia: cuanto menos sepan mejor. El pensamiento tan utópico de Aramendi no va a pasar nunca. Si al ciudadano le empezaran a quitar directamente, como si fueran recibos, sería algo impensable, para que no se enfaden.