El Banco de Inglaterra (BoE) se desmarca de la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) que acaba de bajar medio punto los tipos de interés, y anuncia su decisión de mantener sin cambios sus tipos en el 5%, tras el recorte aplicado en agosto de 25 puntos básicos.
Reino Unido mantiene así su guion y no se deja llevar por la decisión de la Fed de este miércoles, algo que inyecta cierta presión a sus homólogos de las economías avanzadas. Con esta decisión, el Banco de Inglaterra no sólo ha mandado un mensaje continuista, sino que también ha mandado un mensaje de unanimidad en la decisión, ya que han votado a favor de esta pausa en la reducción de los tipos de interés 8 miembros del Comité de Política Monetaria (CPM) y solo 1 ha pedido un nuevo recorte de tipos en 0,25 puntos porcentuales, hasta el 4,75%. El Banco de Inglaterra subrayó que la decisión se debió a la necesidad de eliminar las “persistentes presiones inflacionistas” y de devolver la inflación del IPC al objetivo del 2% “tanto de forma oportuna, como duradera”.
Sin embargo, el Comité sí votó unánimemente a favor de reducir el stock de compras de deuda pública británica mantenida con fines de política monetaria, y financiada mediante la emisión de reservas del banco central, en 100.000 millones de libras durante los próximos 12 meses, hasta un total de 558.000 millones de libras, según el comunicado del BoE.
¿Cómo se han comportado las divisas?
El mercado de divisas no está siendo ajeno a los posibles movimientos de los tipos de interés. En concreto, la libra esterlina avanzaba un 0,54% frente al dólar tras conocer la decisión, en un contexto en el que el dólar venía cayendo en la resaca de la reunión de la Fed. Por su parte, aunque se preveía esa pausa en el 5%, los rendimientos de los bonos soberanos británicos a dos años han escalado cinco puntos básicos hasta el 3,94%.
Esta decisión continuista llega justo un día después de conocer la cifra del IPC del Reino Unido, que se mantuvo en agosto estable en el 2,2% interanual de julio. No obstante, la subyacente sí subió hasta el 3,6%, impulsado por el aumento anual del 11,6% en las tarifas aéreas.
En cuanto a la dinámica del mercado laboral, el crecimiento de los salarios en el Reino Unido también está disminuyendo hasta un 4%, algo que podría vaticinar posibles futuros recortes de tipos, eso sí, en un contexto en el que la tasa de desempleo ha bajado hasta el 4,1% en julio.