Todos los partidos políticos de Turingia y Sajonia han acordado bloquear que Alternativa para Alemania llegue a gobernar. El partido de extrema derecha ganó las elecciones en la primera de las dos regiones de este de Alemania que celebraron elecciones este fin de semana, y quedó en segunda posición en la otra. Obtuvo el 32,8% de los votos en Turingia, convirtiéndose así en el primer partido de extrema derecha que gana en un estado alemán desde la Segunda Guerra Mundial.
El partido demócrata-cristiano, que consiguió el segundo mejor escrutinio en Turingia y ganó en Sajonia, se perfila como el mejor candidato para gobernar ambas regiones, tras el bloqueo unánime a la AfD. En los dos estados alemanes, el desplome de la coalición de Olaf Scholz ha sido más que evidente: menos del 15% de los votos. Se abre nuevamente el debate sobre si la coalición conseguirá mantenerse hasta el final del mandato, dentro de un año, e incluso si el propio Scholz es el candidato más idóneo, frente al actual ministro de Defensa, Boris Pistorius, a quien las encuestas designan como el político más popular.
La renqueante economía de Alemania, que se encuentra estancada, y la cuestión migratoria, especialmente en los últimos meses, han propiciado que los votantes hayan perdido la confianza en el actual gobierno, cuyos apoyos han caído a mínimos históricos. Es previsible que sufra una nueva derrota en los siguientes comicios, dentro de tres semanas. Por el contrario, se han volcado en los partidos políticos extremos, tanto de derecha como de izquierda.