El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ya vuela libre hacia Australia, tras acordar con Washington que se declarará culpable del cargo penal de conspiración para obtener y revelar documentos clasificados de la defensa nacional de Estados Unidos. Termina así una odisea judicial que duraba ya 14 años; los 5 últimos en una cárcel británica de alta seguridad. Anteriormente se encontraba refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, donde pasó casi 9 años.
Assange se enfrentaba a 18 cargos penales en Estados Unidos, donde no quería ser extraditado; allí se le acusaba de imprudente, por haber puesto en peligro las vidas de agentes estadounidenses por la publicación de documentos secretos. Desde que se hizo público el caso, la opinión pública ha estado dividida entre los que defienden la libertad de de prensa y los que otorgan más valor a los secretos de Estado.
Ante la negativa de Julian Assante a viajar a Estados Unidos, ambas partes han elegido el territorio estadounidense de las islas Marianas, en el Pacífico, para celebrar una audiencia en la que el australiano se declarará culpable y será sentenciado a 62 meses de prisión, ya cumplidos en Gran Bretaña.