Vladimir Putin, en su gira por Corea del Norte y Vietnam, confirmó que Rusia estudia cambiar su doctrina militar y nuclear por asuntos “relacionados con la reducción del umbral para el uso de armas nucleares de los enemigos de Rusia”; admite que se debe al deterioro de la situación internacional, en gran medida por la reacción de Occidente ante la guerra en Ucrania. El viceministro de Exteriores, Sergei Riabkov, ha declarado en medios rusos que “la disuasión nuclear tiene un papel crucial en nuestro sistema de seguridad, eso es conocido por todos”. Y continúa: “El trabajo está en marcha, aún no ha terminado”. No dio plazos concretos para introducir esos cambios en la doctrina militar y nuclear.
Además, Putin descarta la inclusión de un ataque preventivo, ya que, afirma afirma el líder ruso, la respuesta sería devastadora para quienes le ataquen con armas estratégicas. Aunque precisó que el uso de armas nucleares solo se produciría en “casos extraordinarios”, como que estuviera amenazada la propia existencia del Estado ruso; pero añade que no es esa la situación actual, por lo que no existe tal necesidad. En una entrevista reciente, Vladimir Putin recordó que Rusia tiene varias veces más armas nucleares tácticas en su arsenal que el resto de Europa junta, y que son tres o cuatro veces más potentes que las que usó Estados Unidos contra Hiroshima y Nagasaki.