La Conferencia de Paz para Ucrania se ha saldado con el mensaje de que la paz con Rusia debe lograrse con integridad territorial. Es el texto del documento final firmado por 80 países, pero no rubricado, por ejemplo, por Brasil, India, Sudáfrica, México o Indonesia, y con ausencias notables como China. El objetivo de Zelenski era ganarse a varias naciones clave del Sur Global, algo que no consiguió. Pero vuelve a Ucrania con 50.000 millones de euros, un acuerdo de seguridad bilateral con Estados Unidos y compromisos de reconstrucción de la infraestructura energética del país.
La opinión general es que la cumbre ha sido un fracaso, en cuanto a resultados. Occidente no ha conseguido aislar a Rusia, que sigue estando respaldada por distintos países de Asia, África, Oriente Medio y América. Las promesas rusas de energía barata y posiblemente armas son un incentivo para muchos gobiernos. Además, los líderes mundiales no han dado trascendencia a la cumbre, salvo sobre el papel: Biden no acudió por compromisos electorales; Kamala Harris estuvo en la cumbre solo el primer día; Macron y Scholz tampoco estuvieron hasta el final; Meloni se ausentó el primer día, llegó el domingo.