El ritmo de creación de empleo que mantuvo el país en 2023 se sostuvo en las ocupaciones más expuestas a esta tecnología
MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
La “práctica totalidad” de los profesionales de los servicios financieros, de programación, las tecnologías de la información (TI), jurídicos y contables en España están expuestos a los retos que entraña la implementación de la inteligencia artificial (IA) y se enfrentan, entre otras cuestiones, a la posibilidad de ser sustituidos por esta tecnología, según un análisis elaborado por Analistas Financieros Internacionales (Afi).
El estudio apunta que los profesiones ocupados en estas ramas de actividad tienen un “peso relevante” en la economía española, ya que representaron el 6,5% del total en 2023.
Otras ramas de actividad que también están expuestas al impacto de la IA y que cuentan con un porcentaje de ocupados superior al 90% son los servicios inmobiliarios, de telecomunicaciones, de seguros, reaseguros y planes de pensiones, de publicidad y de estudio de mercado, de impresión y de reproducción de soportes grabados y los de edición.
Les siguen los servicios veterinarios, de investigación y desarrollo científico, los ligados al coque y a los productos de refino de petróleo, los técnicos de arquitectura e ingeniería, los servicios cinematográficos, de vídeo y televisión, la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos y la fabricación de productos farmacéuticos.
“En conjunto, estos sectores representarían el 7,2% del total de la ocupación en 2023, luego el reto de la IA afecta a un porcentaje considerable en España”, ha destacado Afi.
El estudio también apunta que en España hay actualmente 11,1 millones de ocupaciones que estarían más expuestas a la IA y 10,1 millones que lo estarían menos.
Dentro de las ocupaciones más expuestas, destacan los técnicos y profesionales científicos e intelectuales, que representan cerca del 35% del total de las ocupaciones más expuestas a la IA y el 18% del total de los ocupados en España.
Entre ellos, los más relevantes y dada la estructura productiva española, serían los profesores de primaria y secundaria y los profesionales de enfermería y partería.
Por otro lado estarían los técnicos, profesionales de apoyo que suponen algo más del 20% de las ocupaciones más expuestas a la IA y del 10% del total de los ocupados en España.
“En este caso, el colectivo más relevante serían los agentes comerciales y los asistentes administrativos”, apunta el análisis de Afi.
A ello se suman los profesionales contables, administrativos y “otros empleados de oficina”, en los que los más expuestos a la IA en España serían los ayudantes administrativos (con y sin atención al público).
En este contexto, Afi ha subrayado que el “importante ritmo de creación de empleo” que mantuvo la economía España en 2023 se sostuvo principalmente en las ocupaciones más expuestas a la inteligencia artificial.
En ese sentido, el volumen de ocupados actualmente en profesiones más expuestas a la IA es un 11,6% superior que antes de la pandemia, mientras que el crecimiento de aquellas menos expuestas fue del 2,5%.
“El importante empuje de los primeros permite que hoy la economía española cuente con un 7,1% más de ocupados que antes de la pandemia. Aunque este resultado nos hace más vulnerables, en tanto y cuando la IA podría sustituir buena parte de las tareas que desempeñan estos trabajadores en el corto plazo, en el medio plazo podría convertirse en ganancias de productividad”, han resaltado los autores del análisis.
COMUNIDADES AUTÓNOMAS MÁS EXPUESTAS
El análisis de Afi también indica que en 2023 las comunidades autónomas de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra y Cantabria –por ese orden– fueron las únicas autonomías con un porcentaje de ocupaciones expuestas a la IA mayor que la media nacional.
“Son las comunidades autónomas que concentran un mayor volumen de trabajadores en las ramas de actividad indicadas con anterioridad, luego no sorprende que sean precisamente estas las que más esfuerzo tengan que realizar para acompañar al tejido productivo a afrontar con éxito el reto que implica la IA para buena parte de los ocupados de estas regiones”, argumentan los autores del estudio.
Sin embargo, Afi ha matizado que a pesar de que el resto de autonomías no estén tan expuestas a la IA, en un contexto de transición hacia una economía más intensiva en el uso de estas tecnologías también sería “deseable” que realicen un esfuerzo para acompañar a su tejido productivo en la implementación de estos avances.
“De lo contrario podrían mantenerse, cuando no agrandarse, las divergencias regionales existentes, provocando problemas sociales y económicos de otra índole (desigualdad)”, ha valorado la entidad.