Las tecnológicas con fábricas en Taiwán ASML Holding y Taiwan Semiconductor Manufacturing quieren asegurarse de que sus máquinas de producción de chips no caigan en manos de China, si invadiese la isla. Ambas compañías tiene formas de desactivar esas máquinas, las más sofisticadas del mundo, si se diese esa situación, y lo harían de manera remota. Según publica Bloomberg en exclusiva, el apagado remoto se aplicaría a la línea de máquinas ultravioleta de ASML, con sede en los Países Bajos, cuyo mayor cliente en TSMC. Esa tecnología aprovecha las ondas de luz de alta frecuencia para imprimir los transistores de microchip más pequeños del mundo, con usos de inteligencia artificial y aplicaciones militares.