Vladimir Putin y Xi Jinping ya se han reunido en Pekín, donde buscan reforzar la relación estratégica entre sus países. Se trata del primer viaje del ruso al extranjero, tras iniciar su quinto mandato la semana pasada. Mientras Putin y Xi declaran una amistad “sin límites”, Occidente observa con preocupación la alianza. Washington ya ha advertido a Pekín para que reduzca su ayuda militar a Rusia en su guerra contra Ucrania y Biden aumentó los tipos arancelarios a las importaciones chinas por valor de 18.000 millones de dólares.
Las primeras declaraciones de Vladimir Putin este jueves giran en torno a las relaciones ruso-chinas: “No van dirigidas contra nadie”. El presidente ruso describe esas relaciones como “estabilizadoras” para el mundo, mientras Xi Jinping asegura que aspira a continuar siendo “un buen amigo y vecino de confianza” de Rusia; confirma que las relaciones entre las dos potencias “resistieron la prueba de la volátil situación internacional”. El volumen comercial entre los dos países alcanzó los 227.800 millones de dólares en 2023.
Tras una reunión de dos horas y media, ambos mandatarios han hablado y han declarado que los lazos entre China y Rusia deberían durar “generaciones”. Putin ha descrito la cooperación entre los dos países como uno de los principales factores estabilizadores en el ámbito internacional, y ha anunciado varios acuerdos comerciales y de inversión. Sobre la guerra de Ucrania, Xi ha declarado que el camino correcto es una solución política. Y defiende la solución de los dos estados como remedio para el futuro de Gaza.