MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha asegurado que todavía no ha percibido un efecto negativo sobre la credibilidad o reputación de las empresas españolas, si bien se trata de un riesgo que puede materializarse si las imputaciones de directivos se multiplican en número y perduran en el tiempo.
Así lo ha puesto de manifiesto durante la presentación del informe anual de 2020 ante la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, a preguntas de algunos diputados sobre el papel de la CNMV y la magnitud que tienen sobre el mercado casos como el que investiga presuntos encargos ilícitos al excomisario José Manuel Villarejo, que supuso la imputación por parte de la Audiencia Nacional de Francisco González, expresidente del BBVA; de Antonio Brufau, presidente de Repsol; Isidro Fainé, presidente de la Fundación La Caixa, y recientemente del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y tres de sus directivos.
El presidente de la CNMV ha defendido que el nivel profesional y ético de los consejeros y ejecutivos de las empresas cotizadas españolas es, en general, “muy alto y comparable con cualquier economía del primer mundo del entorno”.
En este sentido, ha asegurado que los mencionados casos son “puntuales” y no han producido, por el momento, un efecto negativo sobre el conjunto de la credibilidad o reputación de las compañías españolas.
“Obviamente, si esos casos se multiplican en número y perduran en el tiempo, ese riesgo puede materializarse. Por tanto, la CNMV en 2019 hicimos un comunicado donde alertamos de este tema y pedimos a las cotizadas máxima diligencia en incorporar las mejores prácticas. De hecho, reformamos el Código de Buen Gobierno”, ha recordado Buenaventura.
El presidente de la CNMV ha explicado que el organismo hace un llamamiento a la transparencia hacia los inversores sobre las decisiones que toman las compañías y lo que está sucediendo en cada momento, pero ha recordado que el supervisor “no puede inmiscuirse” en ese ámbito, sino que su función es la de vigilar que las empresas cumplen con lo que dicen estar haciendo y que la información se traslada a los accionistas en tiempo y forma.
“Ese es nuestro papel y es en lo que tratamos de centrarnos”, ha apuntado el presidente de la CNMV.