MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El director global de inversión sostenible e impacto de Allianz Globa Investors (GI), Matt Christensen, ha señalado este martes en un encuentro con los medios españoles que prevé que el 70% de los activos bajo gestión de la entidad tengan un perfil sostenible para 2025.
Ese porcentaje supondría un incremento de casi diez puntos respecto al 61% que hay ahora sobre los más de 500.000 millones de euros en activos bajo gestión que atesora la el brazo inversor de la aseguradora.
De manera más concreta, 89.000 millones de euros en activos de fondos cuentan con algún tipo de criterio ESG (ambiental, social y de buen gobierno), en tanto que 190.000 millones están clasificados bajo el artículo 8 (promueven iniciativas sociales y ambientales junto con los objetivos de resultados tradicionales) del reglamento SFDR de la Unión Europea (UE).
De su lado, 9.000 millones de euros están adscritos al artículo 9 (con objetivos sostenibles explícitos), el más ambicioso en términos de sostenibilidad.
Para Christensen, el ecosistema de inversión sostenible e impacto se encuentra ahora en un momento de transición en el que todos los actores están digiriendo la última regulatoria (como el mencionado reglamento SFDR) y del que vislumbra un escenario con mayor visiblidad para 2030; se trata, en su opinión, de crear “un sistema más limpio, más tangible por todo el mundo”.
Así, los inversores se preguntarán en ese escenario a la hora de realizar sus inversiones sobre tres asuntos: cuál es el perfil de riesgo, cuál es el rendimiento y cuál es el impacto (social o medioambiental).
En un apartado más interno, Christensen ha mencionado algunos de los siguientes pasos por parte de la entidad en el marcado de la estrategia sostenible, tales como el lanzamiento en junio de un fondo de crédito privado de impacto (del que esperan un cierre inical de 500 millones de euros) y la incorporación de la herramienta tecnológica SusIE (Sustainable Insight Engine).
Sobre este último punto, el directivo ha señalado que es una solución tecnológica propia de Allianz desarrollada en los último años y que va a permitir a todos los equipos de gestión obtener información sostenible sobre sus carteras, lo que repercutiría en un crecimiento a escala de la sostenibilidad en las estrategias de la compañía: “es una revolución interna para la compañía”, ha apuntalado al respecto.
Asimismo, ha afirmado que los tres pilares sobre los que pivota la sostenibilidad en Allianz son el cambio climático, ‘planetary boundaries’ (cuestiones como la biodiversidad, economía circular, agua, etc) y la aplicación de un capitalismo inclusivo mediante el voto en las juntas de sus participadas.
Sobre este último punto, ha afirmado que ese voto activista en las juntas lo utilizan para alcanzar objetivos como que el 30% del consejo de administración de sus compañías en cartera esté ocupado por mujeres. Por ello, desde la entidad cifran que en el 70% de las juntas en las que han votado han mostrado su desacuerdo con algún punto del día.
RECHAZO ESG
Sobre el rechazo a los criterios ESG en el mundo de las finanzas, especialmente en Estados Unidos, Christensen ha comentado que es un elemento más en la guerra cultural entre los demócratas y los republicanos de ese país.
En ese sentido, ha apuntado que el impacto de una hipotética vuelta de Trump ya se está notando pero que, con todo, hay elemento fundamentales que mantienen ese rumbo a la descorbanización de las economías.
Por ejemplo, ha mencionado que Trump no tocaría la ley de reducción de la inflación (IRA, por sus siglas en inglés) de la Administración Biden, ya que incluso importantes estados republicanos como Texas verían peligrar grandes paquetes de inversión.
Asimimo, ha remarcado que en Europa la Comisión Europea (CE) está siendo pragmática con sus movimientos, en tanto que en esta geografía no prevé más cambios regulatorios de peso, en todo caso pequeñas modificaciones.
Por otra parte, Christensen ha comentado que el principal riesgo que encara el desarrollo de la inversión sostenible y de impacto se encuentra en los riesgos geopolíticos habida cuenta de conflictos existentes (Ucrania, Israel, etc.) y potenciales (China-Taiwán, por ejemplo).
Aunque, de su lado, ha asegurado que la industria está más preparada y, ligado a esto y a sus dos décadas de experiencia en el sector, ha observado que cada generación de gestores está cada vez más concienciada y dispuesta a incorporar la sostenibilidad y el impacto de manera generalizada en la gestión de activos.