Avisa de los peligros de usar la IA para seleccionar personal por los mayores “sesgos discriminatorios”
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha pedido este viernes que las condiciones laborales “desiguales” que sufren los jóvenes al acceder a un empleo sean “objetivables”, se limiten en el tiempo y no se generalicen las dobles escalas salariales por edad, es decir, que por el hecho de ser joven no se perciba un menor sueldo.
“No digo que no pueda haber situaciones específicas de entrada cuando se va a un puesto de trabajo, siempre y cuando respondan a una realidad objetivable, basada en el tiempo y transformable en una situación de normalidad”, ha señalado Sordo en una rueda de prensa para presentar un documento del sindicato sobre los problemas de la juventud.
Así, el dirigente sindical ha afirmado que se puede tener un periodo adaptativo al puesto de trabajo que puede justificar unas “condiciones distintas durante un tiempo”, pero ello debe hacerse “de una forma muy objetivable y muy limitada en el tiempo”, de forma que no se generalicen dobles escalas salariales que, por el hecho de ser joven, implique cobrar menos.
En este sentido, Sordo ha argumentado que hay puestos de trabajo que pueden exigir un periodo de adaptación, pero otros que no, por lo que no estaría justificado percibir un sueldo menor sólo por la edad.
“Si yo entro a una cadena de montaje, a las dos horas, con toda seguridad, estoy rindiendo y generando la misma productividad que un trabajador que lleve 25 años en esa cadena de montaje. Con lo cual no hay ninguna justificación objetiva para que se cobre un salario inferior”, ha apuntado Sordo.
No obstante, el dirigente sindical ha advertido de que el problema general está más bien en que se incumplen los convenios colectivos porque las empresas hacen contratos con una categoría inferior para desempeñar puestos de categoría superior (por ejemplo, se contrata como ayudante de cocina a alguien que en realidad ejercerá de cocinero).
“Y esto, o se organiza la gente en la empresa para pelearlo, o se denuncia al sindicato, o las situaciones se cronifican. Y muchas veces esto es lo que ocurre, porque la cuestión es, si no te gusta esto, ya sabes lo que hay. Puerta. Ésta es la inercia que hay que romper”, ha subrayado.
Sordo ha alertado de que, pese a la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) en un 54% durante los últimos años y a que la reforma laboral ha reducido de manera muy importante la temporalidad entre los jóvenes, éstos siguen percibiendo que su situación es de “precariedad vital”, fundamentalmente por dos cuestiones: la laboral y las dificultades para acceder a la vivienda.
LA IA, MÁS DISCRIMINATORIA QUE EL OJO HUMANO AL SELECCIONAR PERSONAL
Sordo ha explicado que donde existen comités de empresa, los sindicatos tratan de participar en los procesos de contratación y de determinación de las condiciones laborales para que no se produzcan situaciones de discriminación.
En este punto, ha advertido de los peligros de utilizar la Inteligencia Artificial (IA) para seleccionar personal por los mayores “sesgos discriminatorios”. “En un libro que el año pasado sacó Adrián Todoli (profesor de Derecho del Trabajo y economista) sobre la digitalización y la inteligencia artificial, da un dato que es demoledor: el 78% de los currículum que hoy en día reciben las empresas ya no los ve un ojo humano”, ha alertado Sordo.
De este modo, ha añadido, las condiciones de contratación o de promoción dentro de la empresa “cada vez más van a estar marcadas por fórmulas de inteligencia artificial o algoritmos que van a generar criterios que pueden tener unos sesgos discriminatorios”.
“Hasta ahora te preguntaban la intención de tener un niño. Si decías que sí, pues a lo mejor te habías colgado ya el sambenito de que no te contrataban en esa empresa si eras una mujer. Es que podemos ir a sistemas de contratación donde haya un algoritmo que no es que te lo vaya a preguntar, es que ya ha hecho un trabajo predictivo de, en función de los datos que ha acumulado, saber la propensión que tú como mujer tienes o no a tener un niño. No te lo va a preguntar, es que va a tener un sesgo discriminatorio a la hora de determinar si contrato a A, B, C ó D. Y estas discriminaciones que hemos conocido de toda la vida pueden ser mucho más profundas”, ha denunciado.
Es más, Sordo ha indicado que los algoritmos pueden medir, por ejemplo, la tendencia que tiene una persona a llegar tarde al trabajo en función del barrio en el que vive y en los días que llueve por los atascos. “Y entonces, como ha acumulado datos de que la gente que trabaja en la empresa que vive por esa parte suele llegar un poco más tarde o llega un poco más apurada cuando llueve y hay atascos, acaba generando un sesgo discriminatorio a la hora de decidir si contrata o promociona al que vive allí o al que vive más cerca”, ha apuntado.
Sordo ha argumentado que esto ya no va del comité de empresa vigilando que se contrate, sin mirar, si es una mujer, una persona blanca, negra, alta o baja. “Esto va de cómo abolir el tema de la gestión de los recursos humanos a través de las nuevas fórmulas de inteligencia artificial. Y esto no lo pueden hacer sólo las representaciones legales de los trabajadores en la empresa”, ha dicho.
Así, ha instado a la Agencia Estatal sobre IA que ha creado el Gobierno a cotejar todos los algoritmos y elementos de inteligencia artificial en las empresas para que sean compatibles con los derechos humanos y con el cumplimiento de las leyes y la no discriminación.