MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La Administración Federal de Aviación (FAA) ha detectado múltiples casos en los que Boeing y su proveedor Spirit Systems supuestamente incumplían los requisitos de control de calidad en la fabricación de aviones comerciales, según una auditoría de seis semanas, motivada por el incidente de enero, en el que se vio implicado un nuevo avión 737 9 MAX.
En concreto, el informe apunta a problemas de incumplimiento en el control del proceso de fabricación, la manipulación y el almacenamiento de piezas y el control de productos del fabricante estadounidense.
La auditoría es una de las medidas de supervisión inmediatas que tomó la FAA después de que el 5 de enero estallara un tapón de la puerta central de la cabina del vuelo 1282 de Alaska Airlines mientras volaba, obligando a un aterrizaje forzoso.
Además, la FAA revisará “minuciosamente” todas las medidas correctoras de la compañía para determinar si responden plenamente a las conclusiones de la auditoría.
La semana pasada, la entidad de aviación estadounidense pidió a Boeing desarrollar un plan de acción “exhaustivo” en un plazo de 90 días para resolver “sus problemas sistémicos de control de calidad” y cumplir sus normas de seguridad no negociables.
Así lo manifestó el administrador de la FAA, Mike Whitaker, destacando que “Boeing debe comprometerse a introducir mejoras reales y profundas”.
Actualmente, la FAA ha detenido la expansión de la producción del Boeing 737 MAX, está estudiando la posibilidad de recurrir a un tercero para supervisar a Boeing y continuará su creciente presencia ‘in situ’ en las instalaciones de Boeing en Renton (Washington), y en las instalaciones de Spirit AeroSystems en Wichita (Kansas).