MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El Banco de España señala que las tensiones temporales observadas en el mercado de operaciones garantizadas (repo) durante 2022, provocadas por las expectativas de subidas de tipos oficiales, se redujeron en 2023 ante la relajación de esas expectativas.
Así lo recoge en su nuevo artículo donde analiza los principales factores que explican los movimientos del diferencial entre el tipo repo y el tipo de facilidad de depósito en el área del euro, con especial foco en el impacto de la normalización de la política monetaria.
El documento explica que los mercados monetarios son un elemento “esencial” para el sector financiero y el “principal canal” de transmisión de la política monetaria de los bancos centrales. Estos mercados son utilizados por las entidades de depósitos y otros agentes financieros para, por ejemplo, obtener financiación o realizar inversiones a corto plazo.
Los cambios en los tipos de interés oficiales, fruto de las decisiones de los bancos centrales, afectan a los mercados monetarios en su conjunto, y su evolución se transmite a las condiciones financieras a través de mercados de financiación a más largo plazo y, en consecuencia, a las empresas, a los hogares y al resto de los sectores de la economía.
“Por ello, el adecuado funcionamiento de estos mercados es vital para la transmisión de la política monetaria y su efectividad”, explica el artículo, que distingue dos segmentos dentro de los mercados monetarios: el garantizado (repo) y el no garantizado.
Las operaciones repo suponen la concesión de un crédito con garantía, a diferencia del mercado no garantizado –cuyo tipo medio es el publicado como euro short-term rate (o €STR), por lo que el tipo de interés en el segmento repo es inferior al €STR. Además, la variedad de activos utilizados como garantía en el mercado repo introduce un elemento de “heterogeneidad” en el mismo, por lo que un contrato repo podría estar motivado por o bien necesidad de financiación o por interés en recibir prestado un activo determinado.
“En el primer caso, la determinación del tipo dependerá principalmente de la oferta y la demanda de liquidez, y como garantía se entregará un colateral incluido en la lista de bonos elegibles (operaciones con colateral general). En el segundo, entra en juego la preferencia por obtener o prestar un determinado activo (colateral específico), que puede llegar a convertirse en un colateral especial”, añaden.
Así, el Banco de España explica que en un entorno de exceso de liquidez, el objetivo de las operaciones repo ha pasado a ser la búsqueda de colateral, lo que ha contribuido a que el diferencial repo y facilidad de depósito sea “negativo”.
“En este escenario, la determinación de los tipos repo dependerá de la oferta y la demanda de colateral, por lo que, en caso de escasez de colateral, los participantes que necesiten el activo deberán pagar un precio mayor por él, lo que implica obtener una menor rentabilidad (tipo repo)”, explica el artículo.
Centrándose en la evolución de este diferencia durante y después de la pandemia, señala que se observan dos períodos de ampliación del diferencial negativo que han sido motivados por fuerzas “distintas”.
Después de la introducción de las medidas de política monetaria expansiva durante la pandemia, el movimiento del diferencial se debió tanto al aumento de la oferta de liquidez en el sistema como a una mayor escasez de colateral.
En 2022, el exceso de liquidez se mantuvo “prácticamente constante” y la causa principal del aumento del diferencial fue la mayor escasez de colateral por cambios coyunturales en los mercados, principalmente el cambio en las expectativas de tipos oficiales, el aumento de la incertidumbre de política monetaria y la preferencia por inversiones en activos a corto plazo.
En cambio, los datos de 2023 apuntan a que la tendencia de incremento del diferencial repo contra el tipo de facilidad de depósito ocurrido en 2022 podría haberse revertido como consecuencia de las menores expectativas de nuevas subidas en los tipos oficiales, complementadas con los efectos de la reducción de balance por parte de los bancos centrales.