Errejón cree que la transición ecológica en el sector primario “no tiene vuelta atrás” y los que más ganan tienen que asumir los costes
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, cree que las protestas que miles de trabajadores agrícolas están realizando en Bruselas y otros puntos de Europa “tienen razones justas” por las condiciones que vive el campo, por lo que ha instado a combatir la “competencia desleal” de terceros países y a revisar los márgenes excesivos que se producen a lo largo de la cadena agroalimentaria.
Lo que reclama el sector con estas protestas son más apoyos para el campo por los altos costes que afrontan, ya sea por la inflación o por cumplir con los nuevos objetivos climáticos y de sostenibilidad comprometidos por los Veintisiete, y los bajos precios que obtienen al vender sus productos.
Errejón ve “justas” estas reivindicaciones y considera que en el campo tiene que haber “buenas condiciones” económicas y laborales. Para que estas se produzcan, explica, tiene que agilizarse los trámites burocráticos, las ayudas de la Política Agraria Común (PAC) y revisarse los tratados de libre comercio.
Pero también exigir “las mismas condiciones para los productos que vienen de fuera que para los productos” que se producen en origen, por ejemplo, en los requerimientos fitosanitarios. “Si no, sufrimos competencia desleal”, ha advertido Errejón en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.
PIDE CONDICIONES Y SALARIOS JUSTOS EN EL CAMPO
A renglón seguido, el portavoz del grupo plurinacional ha defendido un modelo de sector primario que sea sostenible, con condiciones y salarios “justos” y que avance hacia a una transición ecológica que tienen que pagar, dice, aquellos que “están recibiendo más margen”.
“Algo pasa cuando el agricultor en origen recibe muy poco y el consumidor en la estantería del supermercado se encuentra precios muy grandes. Alguien ahí se está llevando un margen excesivamente grande”, ha abundado Errejón.
El también líder de Más País ha apuntado, además, que la transición ecológica “no tiene vuelta atrás”, por lo que ve necesario racionalizar y planificar las medidas para adaptarse a esta transición que, insiste, “no las tienen que pagar los agricultores”.