MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria, ha expresado su preocupación por que la introducción de impuestos a la banca en varios países traslade a los mercados la impresión de que cada vez que los bancos europeos logren beneficios alguien se los quitará a los accionistas, lo que se refleja en las bajas valoraciones del sector.
En su última rueda de prensa como supervisor bancario de la eurozona, ya que Enria dejará su cargo al finalizar el año, el italiano ha recordado las opiniones emitidas por el BCE en relación con las medidas adoptadas por los gobiernos de países como España, Italia, Lituania o Eslovenia, cuando la institución advirtió de la necesidad de medir y evaluar también el posible impacto adverso que los gravámenes podrían tener sobre el crédito bancario y la resiliencia a largo plazo del sector.
Enria ha apuntado a las valoraciones muy bajas que mantienen los bancos europeos cuando los gobiernos y la opinión pública tienen la impresión de que son excesivamente rentables, con beneficios extraordinarios y ganando demasiado dinero, mientras que “los mercados piensan que no son lo suficientemente rentables”.
En este sentido, ha recordado que el rendimiento sobre el capital de la banca del Viejo Continente se mantiene constantemente por debajo de su coste de capital, añadiendo que “estas intervenciones, hasta cierto punto, refuerzan la impresión entre los inversores de que cada vez que los bancos obtienen algunas ganancias, alguien vendrá y se las quitará a los accionistas”.
Asimismo, para el italiano otra preocupación relacionada con los impuestos a la banca estaría vinculada a que estas medidas a menudo apuntan al margen de intereses de las entidades y no toman en consideración las provisiones.
De este modo, defiende que el aumento observado en la rentabilidad de las entidades recientemente también está potencialmente relacionado con un aumento en el riesgo porque las mayores tasas de interés podrían ampliar los márgenes del mercado de intereses, pero también aumentar el riesgo crediticio para los bancos, lo que llevaría a las entidades a incrementar sus provisiones.
“Esperaríamos que los bancos aumentaran las provisiones, y esto no se reflejaría en la calibración real de estas medidas por parte de los gobiernos”, ha advertido.
En cualquier caso, el italiano ha recordado que el BCE es una autoridad técnica, por lo que la decisión final sobre los impuestos la toman los gobiernos y los parlamentos.