MADRID, 29 (EUROPA PRESS)
Micron registró en el segundo trimestre de su año fiscal 2023, finalizado el 2 de marzo, pérdidas netas de 2.312 millones de dólares (2.130 millones de euros), frente al beneficio neto de 2.263 millones de dólares (2.085 millones de euros) contabilizado en el mismo periodo del ejercicio fiscal precedente.
Asimismo, la cifra de negocio de la multinacional experimentó en el trimestre una caída del 52,6% respecto del mismo periodo del ejercicio anterior, hasta los 3.693 millones de dólares (3.403 millones de euros).
En cuanto a los gastos, los costes de los productos comercializados, de I+D, de venta, generales, administrativos y por reestructuración y depreciación ascendieron un 16,1% para situarse en 6.004 millones de dólares (5.532 millones de euros).
“Los inventarios de los clientes están mejorando, y esperamos mejoras graduales en el balance oferta-demanda de la industria”, ha dicho el consejero delegado de Micron, Sanjay Mehrotra. “Depositamos nuestras esperanzas en la demanda a largo plazo e invertimos de forma prudente para salvaguardar nuestra competitividad tecnológica y ‘portfolio’ de productos”, ha añadido.
No obstante, el consejo de dirección ha anunciado un dividendo trimestral de 0,115 dólares (0,11 euros) por acción que se abonará en efectivo el 25 de abril a aquellos accionistas de referencia al cierre de la cotización del 10 de abril.
De cara al tercer trimestre, Micron prevé, en el escenario central, tener unos ingresos de 3.700 millones de dólares (3.409 millones de euros), con una posible desviación de 200 millones de dólares (184,3 millones de euros) tanto al alza como a la baja. Además, se anotarán unas pérdidas diluidas por acción de 1,79 dólares (1,65 euros).
De consumarse el desplome de nuevos pedidos, ‘Bloomberg’ cree que la compañía estará abocada a perder 3.000 millones de dólares (2.764 millones de euros) en 2023, su mayor déficit desde 1984, año en el que Micron empezó a cotizar en Bolsa.
DESPIDOS
Micron ya anunció a finales de diciembre que llevaría a cabo un ajuste de plantilla que afectaría al 10% de sus alrededor de 48.000 empleados en el marco de la reestructuración de la actividad del fabricante de microprocesadores en respuesta a “las desafiantes condiciones de la industria”.
Según este plan, Micron esperaba reducir su plantilla mediante una combinación de bajas voluntarias y recortes de personal. La multinacional preveía incurrir en cargos extraordinarios de, al menos, 30 millones de dólares (27,6 millones de euros) en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal 2023.
No obstante, unos meses antes, en agosto de 2022, Micron había comunicado una inversión de 40.000 millones de dólares (36.858 millones de euros) hasta el final de la década para impulsar la fabricación de memorias en Estados Unidos, lo que posibilitaría, precisamente, la creación de alrededor de 40.000 puestos de trabajo.