MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
La inversión de capital privado en España rondó en 2020 los 6.257 millones de euros, un 26,4% menos que en 2019, según el informe anual de la patronal Ascri.
Dicho descenso en el volumen se debe, según Ascri, al menor número de grandes operaciones (aquellas que superan los 100 millones), donde los fondos internacionales son los protagonistas.
En concreto, la inversión de ‘private equity’ supuso el grueso, al sumar 5.442,2 millones de euros, un 30,3% menos, con 166 inversiones. Por su parte, la inversión en ‘venture capital’ subió un 6,3% en 2020, hasta los 833 millones de euros, en 672 inversiones.
El número de operaciones marcó un máximo histórico en 2020, al situarse en 838, un 10,3% más que en 2019. El tamaño medio por inversión, por su parte, fue de 7,5 millones de euros, un 33% más que el ejercicio precedente.
De esta forma, la relación de los recursos invertidos como porcentaje del PIB se situó en el 0,56%, lo que supuso un retroceso de 12 puntos porcentuales en comparación con los valores contabilizados en 2019, año de máximos históricos en términos de inversión.
De este montante, el volumen dirigido a nuevas inversiones se situó en el 69%, el mismo porcentaje que en 2019, y el 31% restante se concentró en rondas de seguimiento.
La pyme española fue la principal receptora de la inversión del capital privado, que llegó a un total de 578 empresas, de las que el 90% son de pequeño o mediano tamaño.
CAÍDA EN EL IMPORTE DE LAS TRANSACCIONES
El importe total de las transacciones de capital privado ascendió a 12.857 millones de euros en 2020, un 13,6% menos, una cantidad que abarca el ‘equity’ invertido de las gestoras de capital privado, más lo invertido por los coinversores y, en las operaciones apalancadas, la deuda proporcionada por los bancos y/o deuda alternativa.
La captación de fondos se mantuvo “fuerte” en 2020, pese al nuevo escenario, y superó los 2.134,6 millones de euros, un 11% más respecto a 2019. Los nuevos recursos de las entidades públicas, por su parte, fueron de 170,9 millones, por lo que el total de nuevos fondos para el sector ascendió a 2.305,5 millones, un 5,2% más.
Ascri ha explicado en el informe que la recesión provocada por la crisis sanitaria no tuvo un impacto “especialmente negativo” en la captación de recursos a nivel mundial.
Unas 60 entidades de capital privado protagonizaron la ampliación y captación de nuevos recursos de las entidades nacionales privadas. La mayor parte de los nuevos recursos levantados fueron para el segmento de inversión del mercado mediano.
MÁS DE 3.500 PARTICIPADAS EN ESPAÑA
El capital privado cuenta con 3.567 empresas participadas en España por valor de 33.518 millones de euros, a precio de coste, y con una antigüedad media de 4,7 años. Las entidades de capital privado internacionales concentraban el 72,3% de la cartera, las nacionales privadas el 24,2% y las públicas, el 3,5%.
La inversión media a precio de coste en cada empresa participada se estimó en 9,4 millones de euros a finales de 2020, con una diferencia notable entre la inversión media de las firmas internacionales (49,8 millones de euros) y los registrados en las entidades nacionales privadas (4,2 millones).
EL ‘VENTURE CAPITAL’ FINANCIÓ 433 STARTUPS
La inversión de ‘venture capital’, que registró un record por segundo año consecutivo, benefició a 433 startups españolas que recibieron financiación, de las que 219 la obtuvieron por primera vez.
La inversión de los fondos internacionales de capital privado en España se situó en 2020 en 452 millones de euros dirigidos a empresas españolas, de forma que canalizaron un 54% de la inversión total.
Estos se focalizaron hacia la financiación de startups en fases más maduras, mientras que los nacionales privados se centraron en la financiación de las fases más tempranas de startups.
En concreto, los 292 fondos internacionales con actividad en España realizaron 136 inversiones en el último año, una menos respecto a 2019.
DESINVERSIÓN
La desinversión de las entidades de capital privado cayó un 45,5% en 2020, con un total de 1.623 millones de euros repartidos en 302 desinversiones, frente a las 337 contabilizadas en 2019.
El 85% del volumen de estas ventas tuvo su origen en operaciones de ‘private equity’, con 1.384,9 millones de euros, si bien el 7% de las operaciones de desinversión se realizó en ‘venture capital’, con 238,2 millones de euros.