MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La caída de la actividad manufacturera en la zona euro ha vuelto a ralentizarse en enero, cuando el índice de gestores de compra (PMI) se ha situado en 48,8 puntos, frente a los 47,8 del mes de diciembre, lo que supone la mejor lectura del dato desde el pasado mes de agosto, a pesar de que el sector permanece en contracción por octavo mes consecutivo.
“El panorama es considerablemente más positivo que las mínimas observadas en octubre del año pasado de camino hacia el invierno”, ha destacado Chris Williamson, economista jefe de S&P Global Market Intelligence, quien ha destacado que no solo se ha moderado el ritmo dedeclive de la producción por tercer mes consecutivo, sino que el optimismo empresarial ha aumentado también en los últimos tres meses.
Entre los países analizados, en Francia, Italia e Irlanda las condiciones del sector mejoraron marginalmente y registraron lecturas expansivas del PMI de 50,5; 50,4 y 50,1 puntos, respectivamente, mientras que en el resto de los países, aunque las condicionesoperativas han continuado empeorando, lo hicieron a menor ritmo.
En general, los datos de la encuesta de enero revelaron que losnuevos pedidos cayeron a un ritmo notablemente más rápido que el de la producción, incluyendo bajadas por undécimo mes consecutivo de los nuevos pedidos de exportación, reflejando una demanda de los clientes moderada.
De esta manera, los pedidos pendientes de realización en el sectormanufacturero de la zona euro cayeron en enero por octavo mes consecutivo, aunque esto no impidió un incremento de los niveles de empleo en las fábricas.
La preocupación sobre las restricciones del suministro y los altos precios del gas ha dado paso a un mercado energético de aspecto mucho más estable en Europa, mientras que las restricciones en general de la cadena de suministro se han aliviado considerablemente, lo que ha ayudado a muchas empresas a reducir los trabajos atrasados y aumentar la producción, ha destacado Williamson.
“Todo lo cual ayudó a reducir las presiones inflacionistas en general y aumentó la confianza en que lo peor de la presión del coste de la vida ha pasado”, ha añadido, aunque ha advertido de que hay pocas señales de un impulsor de crecimiento importante en el horizonte, mientras que la economía aún no ha experimentado el impacto completo de la subida de los tipos de interés.