Afirma que las SPAC puede ser una vía “factible y atractiva para el mercado” español
MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha reivindicado este miércoles el papel de los mercados de capitales en la salida de la crisis, al considerarlos “una de las palancas fundamentales” de cara a la recuperación económica.
“Desde la CNMV, en línea con el resto de los supervisores europeos, creemos que los mercados de valores deben de ser una de las palancas fundamentales que permitan potenciar la recuperación de la situación económica”, ha señalado Buenaventura, que ha añadido que los fondos europeos no son suficientes por sí mismos y deben ir acompañados de inversión privada.
En un encuentro organizado por el Consejo General de Economistas, Buenaventura ha señalado que para que esto sea así los supervisores y reguladores deben tener en cuenta cuatro elementos, entre los que se encuentra la exploración de nuevas fórmulas para las salidas a Bolsa, como las SPAC (compañías de adquisición de propósito especial).
Buenaventura ya explicó en marzo que la CNMV estaba preparada para poner en marcha esta nueva modalidad de inversión, y este miércoles ha incidido en que puede ser una vía “factible y atractiva para el mercado”.
Asimismo, el supervisor se plantea la reducción “con cautela” de los requisitos para acceder al mercado, incentivar que las empresas capten fondos propios y potenciar la inversión financiera frente a la inmobiliaria.
Para esta última opción, Buenaventura ha recordado que es necesaria más educación financiera, por lo que la CNMV ha presentado junto al Banco de España y Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital una propuesta para ampliar los contenidos de educación financiera en el diseño del próximo currículo escolar.
LA FINANCIACIÓN INTERMEDIADA, MAYORITARIA EN EUROPA
Frente a Estados Unidos, país en el que las empresas se financian mayoritariamente en los mercados, en Europa lo hacen mediante crédito bancario, que supone un 30% del pasivo de las compañías en el Viejo Continente, frente al 10% en las estadounidenses.
“La recuperación no puede construirse exclusivamente sobre la base de la financiación tradicional”, ha sentenciado Buenaventura, por lo que “los mercados de valores europeos deben de ser el elemento esencial de obtención de fondos para las empresas europeas, y especialmente para las pymes”.
En cuanto al mercado español, Buenaventura ha destacado que se registraron en 2020 emisiones por valor de 132.000 millones de euros nominales, lo que supone un incremento del 46% respecto al año pasado. En los mercados de valores, las emisiones ascendieron a 38, principalmente ampliaciones de capital por valor de 10.800 millones, un 10% más que en 2019.
“El relativo raquitismo de los mercados de capitales europeos tiene otras dos consecuencias negativas: dificulta la inversión y el crecimiento de nuestras empresas, que adolecen de tamaño (…), e impide que el factor de disciplina y madurez empresarial que impone el mercado induzca a una mayor profesionalización de las empresas”, ha indicado.
Asimismo, el presidente de la CNMV ha destacado que la regulación que se puso en marcha después de la crisis financiera ha ayudado en gran medida en la causada por el coronavirus, en la que los mercados de valores no perdieron su fondo ni quedaron bloqueados, pese a los picos de órdenes de operaciones.
“Nunca se regula para prever la siguiente crisis, sino para reaccionar a la última. Las precauciones de entonces han ayudado a que estos se mantuviesen indemnes”, ha señalado.
RESULTADOS TRIMESTRALES
Buenaventura ha explicado que es difícil de prever si las empresas van a seguir publicando sus resultados de forma trimestral, ya que al no estar obligadas, esta posibilidad queda a su discreción, aunque cree que las entidades con un accionariado más internacional seguirán haciéndolo.
“Probablemente las entidades con inversores internacionales decidan en algunos casos mantener la publicación de trimestral”, ha expuesto, y ha recordado que España era uno de los pocos países europeos que mantenía esa obligación.