MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La asamblea general extraordinaria de Purísima Concepción Mutualidad de Previsión Social eligió ayer a los seis nuevos integrantes de su junta directiva, que deberá trabajar ahora en un plan de recuperación que le permita restaurar el equilibrio patrimonial y evitar una disolución forzosa.
La mutualidad convocó elecciones siguiendo las recomendaciones de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP), después de que el pasado 30 de junio sus mutualistas rechazasen iniciar un proceso societario o acordar la disolución voluntaria de la entidad ante su situación de desequilibrio patrimonial.
A la cita acudieron casi 2.000 mutualistas, que eligieron a seis miembros de la junta: Xavier Arturo Ballesteros Morera, Isidoro Matías González García-Morales, José Guillermo de Torres González, Felipe Tena Zaforas, María Elena González Martínez y Enrique López Nieto.
Según ha informado Purísima, “los mutualistas depositaron su confianza en ellos para construir el futuro de la mutualidad con pasos firmes y de la mano del regulador”. “Numerosas intervenciones de mutualistas mostraron su apoyo a esta nueva junta para la trabajar en la continuidad de la mutualidad e incidieron en una mayor fluidez en las comunicaciones”, ha señalado.
Purísima Concepción Mutualidad de Previsión Social se constituyó en 2005 y tiene naturaleza de entidad aseguradora privada sin ánimo de lucro. En 2008, se alcanzó un acuerdo de adscripción de los bienes y obligaciones de la Archicofradía de la Purísima Concepción a la Fundación Purísima Concepción para transferirlos a la mutualidad.
Antes de eso, el negocio que se practicaba en la Archicofradía estaba asimilado al seguro de decesos. Para cumplir con los requisitos aplicables a la actividad aseguradora, la mutualidad solicitó autorización a la DGSFP para operar en el ramo de decesos, junto con la adscripción de los cofrades de la Archicofradía.
Se estableció entonces un plan de adaptación de la provisión de decesos correspondiente al colectivo de archicofrades a las previsiones marcadas en la legislación vigente en aquel momento. Pero el plan quedó desfasado, identificándose un déficit de 47 millones de euros al cierre de 2020 tras actualizarse las hipótesis del plan, que tuvo que dotarse en las cuentas de 2021.
Todo ello dio lugar a una situación de desequilibrio patrimonial, que llevó a Purísima a encontrarse en una situación que es causa de disolución, por lo que la mutualidad propuso a sus mutualistas la integración con otra entidad aseguradora de mayor dimensión y solvencia o, en su defecto, la disolución de la mutualidad, dos propuestas que fueron rechazadas, por lo que ahora debe trabajar en un plan que le permita evitar enfrentarse a una disolución forzosa.