MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha expresado el firme compromiso de la institución de evitar una fragmentación en los mercados de deuda de la zona euro que impida la correcta transmisión de la política monetaria, aunque ha evitado entrar en detalles sobre cómo actuará la entidad, algo que ha sido echado en falta por varios analistas consultados por Europa Press.
“En la reunión de hoy no se dieron detalles y los diferenciales periféricos se ampliaron en consecuencia”, ha señalado Konstantin Veit, gestor de cartera de Pimco, quien se muestra escéptico en cuanto a que el BCE anuncie ex ante un mecanismo de apoyo creíble.
En este sentido, Nicolas Fores, responsable de renta fija de Candriam, considera que el final de la expansión cuantitativa (QE) es una clara amenaza para la estabilidad financiera de la zona euro, donde el ‘spread’ de italia se ha ampliado significativamente.
“Incluso si los mercados están especulando sobre un marco de control de diferenciales, aún no se ha presentado ninguna herramienta adicional. Por lo tanto, el riesgo de fragmentación del mercado es significativo y no hay duda de que el BCE debería ofrecer detalles sobre una posible nueva herramienta en los próximos meses”, ha añadido.
Asimismo, Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, considera “muy importante, particularmente por lo que respecta a España y resto de periferia” el compromiso explícito de Lagarde contra la fragmentación.
Sin embargo, el experto coincide en apuntar que “la parte negativa es que no ha especificado cómo”.
De hecho, como ha apuntado Hernán Cortés, socio fundador de Olea Gestión, a pesar de ser “una buena noticia para la Europa Periférica (Italia y España principalmente)”, la rentabilidad de los bonos a 10 años de Italia sube hoy un 0,22%, los de España un 0,14% y los de Alemania apenas un 0,08%.
Por otro lado, en cuanto a la normalización de la política monetaria del BCE, los analistas consultados destacan el tono decidido empleado por el banco central al comprometerse de antemano a subir los tipos en 25 puntos básicos en julio, pero dejar abierta la opción de una subida más intensa en septiembre, que, de hecho, el mercado descuenta ya de 50 puntos básicos.
“Una subida de 50 puntos básicos en septiembre es ahora probablemente el escenario base, ya que es poco probable que la inflación se modere mucho hasta entonces”, ha afirmado Konstantin Veit, gestor de PIMCO.
No obstante, Ulrike Kastens, economista de DWS, considera que el BCE haya fijado con antelación la fecha y el nivel de la subida “priva a la institución de cualquier margen de maniobra para la próxima reunión” y plantea también la cuestión de por qué el BCE no ha dado hoy ya este paso.
“En nuestra opinión, la narrativa del BCE no es concluyente”, ha señalado Kastens, que considera probable que las presiones inflacionistas sean más persistentes, lo que obligará al BCE a subir los tipos más rápida y agresivamente.