MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
La baja rentabilidad estructural representa un desafío persistente para los bancos de la zona del euro, por lo que una mayor consolidación del sector beneficiaría la eficiencia y estabilidad del sistema, según el Banco Central Europeo (BCE), para el que debe tratarse de un proceso “impulsado por el mercado” y condicionado a salvaguardas en el plan de negocios, la sostenibilidad del modelo, la gobernanza y la gestión de riesgos.
En este sentido, en su informe bienal sobre ‘Integración y estructura financiera en la zona euro’, el BCE señala que, a pesar de que el rendimiento promedio del capital ha superado recientemente los niveles previos a la pandemia, la rentabilidad general de los bancos europeos continúa siendo baja.
Entre otros factores, la institución considera que esto tiene sus raíces en las vulnerabilidades estructurales relacionadas con el excesoineficiencias de capacidad y costes.
De este modo, plantea que “una mayor consolidación beneficiaría la eficiencia y la estabilidad del sistema bancario”, ya que los bancos con modelos de negocio no viables de forma independiente pueden abandonar el mercado sin poner en peligro la estabilidad financiera, mientras que la consolidación transfronteriza dentro de la UE podría ayudar a reducir costes y diversificar las fuentes de ingresos.
Asimismo, apunta que el proceso de transformación digital también podría ser “una palanca” para mejorar la eficiencia y ofrecer nuevas vías para el crecimiento de los ingresos, incluso mediante la expansión de actividades a través de las fronteras.
En este sentido, a pesar de los modestos progresos en la consolidación desde el establecimiento de la unión bancaria, el BCE destaca que la actividad de fusiones y adquisiciones “parece haber cobrado impulso en los últimos dos años”.
En cualquier caso, advierte de que varios factores pueden actuar como un freno a las fusiones bancarias, incluyendo los regímenes fiscales o las diferencias en la legislación nacional, por lo que debe buscarse la armonización en la mayor medida posible, incluso para las reglas que no forman parte de las regulaciones bancarias per se.
Aunque las fusiones y adquisiciones bancarias completas siguen siendo predominantemente nacionales, algunas de las consolidaciones más específicas a nivel de líneas de negocio presentan una dimensión transfronteriza y, por lo tanto, también contribuyen a la integración financiera dentro de la UE.
Por otro lado, el BCE destaca en el informe que la combinación de políticas fiscales y monetarias en respuesta a la pandemia se mantuvo bajo control la fragmentación financiera en la eurozona.
“Gracias a respuestas políticas decisivas, la financiación de las empresas y los hogares de la zona del euro se contuvo durante la pandemia, aunque esto requirió un aumento significativo de la deuda pública”, señala la entidad.
En este sentido, considera que las principales iniciativas fiscales a nivel de la UE, como el fondo de recuperación ‘NextGenerationEU’ y las redes de seguridad para empresas y trabajadores, fueron clave para garantizar el riesgo compartido entre los países miembros y compensar los problemas de los canales financieros privados.
Asimismo, defiende que el fondo de recuperación europeo brinda “una oportunidad histórica única” para llevar los mercados de capital de riesgo privado en la zona euro y la UE a niveles similares a los de otras economías importantes y permitiendo así garantizar la innovación suficiente y preparar el terreno para financiar transformaciones tecnológicas verde y digital.
“La pandemia de coronavirus y los recientes acontecimientos geopolíticos han subrayado aún más la necesidad de acelerar la ‘transición gemela’ verde y digital de la UE”, apunta el BCE.