MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Las actas de la reunión de política monetaria que mantuvo la Reserva Federal entre el 25 y el 26 de enero apuntan a la posibilidad de que la normalización de los tipos de interés se produzca de forma más acelerada que la normalización que ocurrió tras 2015, cuando el organismo empezó a subir los tipos por primera vez desde la crisis de 2008.
En su reunión de enero, la Fed dejó sin cambios los tipos de interés del país en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%. Aunque no se adoptaron decisiones en este aspecto, durante la reunión si se debatió el ritmo de subidas idóneo para la economía.
“En comparación con las condiciones de 2015, cuando el Comité empezó el proceso de retirar los apoyos monetarios, los participantes consideraron que había unas perspectivas mucho más fuertes de crecimiento de la actividad económica, una inflación sustancialmente más elevada y un mercado laboral mas tenso”, se desprende de las actas del cónclave de enero.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), el organismo de la Fed encargado de decidir la política monetaria, inició las subidas de tipos en diciembre de 2015, tras siete años situados entre el 0% y el 0,25%. El precio del dinero se mantuvo entre el 0,25% y el 0,50% un año completo, hasta que la Fed decidió en diciembre de 2016 una nueva subida de otros 25 puntos básicos, hasta un rango de entre el 0,50% y el 0,75%.
“La mayoría de los participantes sugirieron que un ritmo más acelerado de incrementos en el rango objetivo de los tipos de interés que el sucedido en el periodo posterior a 2015 podría estar garantizado si la economía evolucionaba de acuerdo a las expectativas”, se puede leer en las actas. En todo caso, cualquier decisión de la política monetaria dependerá de los datos que se tengan al inicio de cada reunión.
Aunque en las actas no se menciona que las subidas de los tipos de interés vayan a empezar en marzo, el documento sí recoge que los participantes “anticiparon que pronto sería apropiado” subir tipos. Este incremento del precio del dinero estaría justificado por la inflación, que está muy por encima del objetivo del 2% y por el mercado laboral, que ha alcanzado una buena situación, recuperándose del ‘shock’ del Covid-19 en menos de dos años.