MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
La recuperación económica de Latinoamérica y el Caribe en 2021 no ha sido suficiente para recuperar los empleos perdidos por la pandemia, de modo que, de los 49 millones de puestos de trabajo suprimidos en el peor momento de la crisis sanitaria, aún faltan por recuperar 4,5 millones, según un nuevo informe publicado este martes por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El nuevo documento del organismo revela que a inicios de 2022 se estima que hay 28 millones de personas que buscan empleo sin encontrarlo. Asimismo, de los 4,5 millones de empleos que faltan por recuperar, cerca de cuatro millones corresponden a personas que se han incorporado a las listas desempleo causado por la crisis.
La tasa promedio de desocupación regional a finales de 2021 ha sido estimada en un 9,6%, mejor que el 10,6% observado a finales de 2020, pero por debajo del 8% registrado en 2019, que en este caso se usa como referencia para calcular el impacto de dos años de pandemia.
Para 2022 las previsiones auguran un año de bajo crecimiento económico, en el entorno del 2%, por lo que a la región latinoamericana le costaría más tiempo salir de la crisis laboral originada por la pandemia.
En lo que respecta a la recuperación del empleo durante 2021, el informe resalta que el impulso en la ocupación laboral estuvo marcado por sectores como la construcción (16,7%), el comercio (9,1%) y el transporte (6,7%).
En estas condiciones, y considerando la persistencia de la pandemia, la OIT estima que la tasa de desempleo este año podría bajar entre 0,2 o 0,3 puntos porcentuales, manteniéndose por encima de 9%.
El dato se ubica todavía por encima de los registros de 2019, cuando, no obstante, la situación del mercado laboral “distaba de ser positiva en una región que ya estaba entrampada en un escenario de crecimiento lento, con baja productividad y altos niveles de informalidad y desigualdad”.
“El panorama laboral es incierto, la persistencia de los contagios por la pandemia y la perspectiva de un crecimiento económico mediocre este año podrían prolongar la crisis del empleo hasta 2023 o incluso 2024”, ha señalado el director de la OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.
El director de la OIT ha explicado que esta situación laboral en la región podría sumar más desafíos a la estabilidad social y la gobernabilidad, debido al desaliento y la frustración generado por el desempleo.
En cuanto al impacto del desempleo en la población, el documento muestra que en el inicio de la crisis se observó un mayor efecto sobre los empleos informales, una tendencia que se ha revertido en la actualidad en varias economías, que han indicado que entre el 60% y el 80% de los empleos recuperados hasta el tercer trimestre de 2021 habían sido en condiciones de informalidad.
La tasa de informalidad en la región ya es del 49%, similar a la que había antes de la pandemia.
DESEMPLEO FEMENINO
Por su parte, la tasa de desocupación de las mujeres en la región se mantiene en un 12,4% desde 2020, de manera que no ha experimentado ninguna mejora durante 2021, lo que contribuye a amplificar el impacto de la crisis sobre la brecha de género en el trabajo.
Según el informe, el impacto más intenso entre las mujeres en la región se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos fuertemente afectados por la crisis como la hostelería, y en otras actividades de servicios y del sector de hogares, así como la mayor incidencia de la informalidad entre las mujeres.
La tasa de desocupación juvenil también se encuentra en un momento preocupante en la región y se mantiene a niveles sin precedentes. Antes de la pandemia rondaba 18% y ya era considerada demasiado elevada. Sin embargo, la crisis ha situado este nivel en un 21,4%.
La especialista regional en economía laboral de OIT, Roxana Maurizio, ha destacado que frente al escenario actual es “imperativo adoptar una agenda más amplia de políticas integrales y de gran alcance centrada en las personas y, en particular, en la creación de empleo formal”.