Anticipa una contracción del PIB de Alemania del 0,5% en el cuarto trimestre de 2021
MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
El Instituto de Investigación Económica de Múnich (Ifo) ha rebajado sustancialmente su perspectiva de crecimiento económico para Alemania de cara al próximo año como consecuencia del impacto de la nueva ola de infecciones por coronavirus y de los cuellos de botella en la producción, trasladando en parte el rebote esperado de la economía hasta 2023.
De este modo, mientras que ha recortado al 3,7% su previsión de crecimiento para Alemania en 2022 desde la anterior estimación del 5,1%, el Ifo confía en que en 2023 la ‘locomotora europea’ registre una expansión del 2,9%, frente al 1,5% previsto anteriormente, asumiendo así la parte del rebote económico que no se materializará el próximo año.
“El cambio en el impulso económico del próximo año al año siguiente se debe en gran medida a la cuarta ola del coronavirus y a las dificultades de producción en el sector manufacturero”, explicó la institución académica.
En este sentido, considera probable que los actuales cuellos de botella de suministro y la cuarta ola del coronavirus “desaceleren notablemente la economía alemana” y advierte de que, para el trimestre en curso, la mayoría de los indicadores apuntan a un debilitamiento del impulso económico, aunque confía en que la desaceleración sea mucho menos severa que en las anteriores olas del coronavirus.
De hecho, los nuevos pronósticos del Ifo confirman el cecimiento del 2,5% del PIB para el conjunto de 2021, pero contemplan una contracción del 0,5% del PIB de Alemania en el cuarto trimestre del año frente al crecimiento del 1,7% entre julio y septiembre, mientras que anticipa un estancamiento del crecimiento en los tres primeros meses de 2022.
Ante esta situación, señala que no es probable que se produzca una fuerte recuperación y un retorno del gasto de los consumidores privados a niveles normales hasta el verano de 2022, a pesar del ahorro acumulado por los hogares, y asume que “los consumidores no gastarán estos ahorros”, mientras que los cuellos de botella de suministro y las limitaciones de producción asociadas se aliviarán solo gradualmente en la primavera del próximo año.
“En el verano de 2022 habrá una fuerte recuperación a medida que ceda la ola de coronavirus y se solucionan gradualmente los cuellos de botella”, ha indicado Timo Wollmershauser, subdirector del Ifo y responsable de previsiones de la institución.
En cuanto a la inflación, el instituto ha revisado al alza sus expectativas y ahora espera que los precios suban en 2021 un 3,1%, una décima más, mientras que en 2022 la inflación será del 3,3%, un punto porcentual por encima de su anterior pronóstico, y en 2023 se moderará al 1,8%, frente al 1,6% de su anterior previsión.
Asimismo, el menor vigor del rebote esperado tendrá también reflejo en la marcha del mercado laboral, cuya recuperación se frenará temporalmente este invierno por los cuellos de botella de suministro en la industria manufacturera y el impacto de la cuarta ola del coronavirus.
Sin embargo, el Ifo confía en que la mejoría continuará a partir de la primavera de 2022 en adelante. En este contexto, se prevé que el número de ocupados aumente en torno a 409.000 en 2022 y en 311.000 en 2023, habiendo sido 97.000 más de media en el año en curso que en el año anterior. De su lado, espera que el número de desempleados registrados disminuya en alrededor de 79.000 este año, antes de caer en alrededor de 257.000 el próximo año y alrededor de 124.000 en 2023.
Como resultado, se espera que la tasa de desempleo caiga del 5,7% este año al 5,2% en promedio en 2022 y el 4,9% en 2023, reduciendo el número de desempleados en Alemania desde los 2,61 millones de 2021, hasta los 2,35 millones en 2022 y 2,23 millones en 2023.
Por otro lado, el Ifo anticipa que el déficit presupuestario de Alemania, que cerrará 2021 en el 4,6% del PIB, se reduzca paulatinamente durante el horizonte de sus previsiones, situándose en el 2,2% del PIB en 2022 y en el 0,5% un año después.